El alcalde de Soria acude a Sevilla posicionado en las quinielas para suceder a Tudanca

Martínez llega a Sevilla «para hablar de financiación local a nivel nacional en la ponencia marco», que, señala, «es uno de los objetivos que tiene que fijar nuestro partido de la mano de la financiación autonómica, que a menudo opaca la necesidad de hablar de las competencias que tienen los ayuntamientos y de la ordenación del territorio». El edil ha señalado que «los grandes partidos no ponen el foco en la ordenación territorial y en los desequilibrios que existen dentro de las propias comunidades autónomas que lastran el desarrollo de muchas provincias como la mía».

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Pese a que sostiene que el foco del Congreso es otro, reconoce que el Gobierno de Castilla y León «necesita una alternativa de cambio» y que es necesario «reflexionar sobre ello», a la par que huye de los personalismos. «No importan tanto las personas como los proyectos y los equipos y más en una comunidad como la nuestra, que es un pequeño país con unas distancias enormes», reflexiona. Y apunta a la necesidad de «liderazgos provinciales, locales, que emerjan de abajo a arriba para que podamos conformar un proyecto que dé respuesta a todas las necesidades de la ciudadanía. Ahí tendremos que estar unos u otros». Eso sucederá «después del Congreso Federal y después de la Navidad, que es cuando comenzará el proceso autonómico».

Sobre la posición de su nombre en las quinielas, insiste el primer edil en que está «donde quiero estar» y que su sitio «es el Ayuntamiento de Soria», pese a que confía plenamiento en su corporación: «Si yo no estuviera, que no se frote las manos el Partido Popular municipal porque tenemos un proyecto de ciudad y un gran equipo que podría continuar con él que ya iniciamos hace 17 años».

Estos días en Sevilla Carlos Martínez se sentará al lado de «la coherencia», en alusión a la polémica suscitada por la dimisión forzada de Juan Lobato, a quien reconoce ser «una persona honesta». «Yo le tengo un gran respeto, porque hace una oposición limpia sin crispación, sin linchar al rival, y es difícil cuando el rival como en este caso la presidenta de Madrid, está constantemente en el barro».

Sin embargo, afirma no comprender en profundidad «los porqués y los razonamientos de haber llevado la documentación a la notaría». «Como no lo comprendo ni lo sé prefiero no opinar», señala y lamenta que con todo esto «gana Ayuso, dándole la vuelta a la tortilla, con un delito probado por parte de su pareja».