Tráfico
Las luces de los vehículos garantizan una visibilidad óptima en carretera y son esenciales para circular con seguridad, tanto de día en casos en los que condiciones climatológicas como la lluvia o la niebla dificulten la visión, como por la noche. Por esa razón, igual ... que durante la conducción adaptamos la velocidad o la distancia de seguridad a las circunstancias, también es necesario saber qué luces elegir en cada momento, ya que en los nuevos vehículos se han incorporado nuevos modelos que seguramente desconozcas o bien nunca hayas sabido cuándo se deben utilizar.
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Diego Fernández
A través de su página oficial, la DGT (Dirección General de Tráfico) repasa las luces esenciales y obligatorias que debemos conocer, como es el caso de las de cruce, siempre durante la noche y en malas condiciones (lluvia o niebla), las de carretera, de noche para zonas poco iluminadas, y las de posición, que se encargan de acompañar al resto de luces. No obstante, también recuerda aquellas menos conocidas, algunas de ellas incluídas en los últimos modelos de coches.
Láser
Es la última tecnología en iluminación para vehículos. Ofrece el cuádruple de intensidad lumínica que la luz LED, de forma que se pueden utilizar con ópticas muy reducidas. Ofrecen un mayor alcance visual (hasta 600 metros) y consumen menos que los LED, aumentando su vida útil. El sistema se compone de varios diodos láser que, combinados con una sustancia fluorescente de fósforo, ofrecen una luz muy natural. No obstante, su precio es mucho más elevado que el resto de luces.
Halógenos
Es el sistema más usado desde hace muchos años en la iluminación del automóvil. La bombilla se puede extraer y sustituir, aunque en algunos modelos no es una operación sencilla. Esta se asienta sobre una parábola reflectante que da forma al haz de luz y potencia su luminosidad. Son las más baratas, pero su vida útil es la más limitada, ya que solo ronda las 500 horas de uso.
Xenón
Fueron la alternativa a los faros halógenos, con una luz más clara y de superior luminosidad (hasta tres veces más luz que un halógeno). Funcionan utilizando un tubo de gas (ampolleta) que se calienta mediante dos electrodos, un sistema similar al de un fluorescente doméstico.Su menor consumo puede alargar su vida hastacuatro veces. En contra, su coste es alto, no se ofrecen de serie en modelos de segmentos inferiores, deben cambiarse en un taller y requieren calentamiento para ofrecer toda su intensidad.
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