Vida sana
El uso abusivo de las tecnologías: un problema real sin diagnóstico

Cada vez es más común, sobre todo entre los más jóvenes, pero no ha sido catalogado como un tipo de trastorno a pesar de las dificultades que genera

Diego G. Chaparro

Valladolid

Miércoles, 6 de septiembre 2023, 16:50

Debido al ritmo al que ha evolucionado la tecnología, la sociedad depende cada vez más de ella. Trabajar, hacer vida social o el acceso a la información son tareas que se han adaptado al uso de dispositivos, Internet y redes sociales. Pero a pesar de ... que este hecho está creando cierta dependencia palpable, la comunidad científica no ha llegado a un acuerdo para catalogarlo como trastorno mental. Sin embargo, y tal y como destaca la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en lo que sí existe un consenso es en que el problema existe y en que el uso de las nuevas tecnologías puede resultar abusivo, llegando a ser limitante si interfiere en el día a día de una persona.

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Por lo tanto, no es conveniente hablar de adicción, sino de un abuso de las nuevas tecnologías, que han llegado para quedarse, instalando un estilo de vida que, a menudo, puede resultar un problema. El uso abusivo a las redes sociales, a Internet o a los videojuegos, es una afección cada vez más extendida. Los jóvenes son el grupo de edad más afectado: el 98% de los niños entre 10 y 15 años utiliza Internet de forma habitual, el 90% tiene ordenador y un 70% móvil, según los datos recogidos por el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad y recogidos por la OCU en un análisis de esta problemática.

Es habitual que una persona con esta afección no se de cuenta de que realmente se está excediendo. Para identificar este uso abusivo de Internet y las redes sociales hay que prestar especial atención a las rutinas que seguimos en el día a día y ser capaz de identificar los siguientes puntos conflictivos:

- Preocupación constante por mantenerse conectado a Internet.

- Pensar demasiado en la actividad 'online'.

- Incremento del tiempo de conexión.

- Dificultad para alcanzar un punto de desconexión.

- Pérdida de interés en otras tareas o actividades.

- Recurrir al uso de las tecnologías como forma de evitar los problemas.

- Bajada en el rendimiento académico y laboral por dificultad para descansar o el aumento del sedentarismo.

¿Qué es la nomofobia? ¿Y el FOMO?

Con la aparición de esta nueva problemática, que aún no ha alcanzado la categoría de trastorno mental, sí que se han acuñado ciertos términos que tratan de definirlo de alguna forma. La OCU ha destacado la 'nomofobia' como el miedo desproporcionado a estar sin el teléfono móvil. También el anglicismo 'FOMO' (Fear Of Missing Out), como el miedo a quedarse fuera de las tendencias tecnológicas y no encajar. Más común y conocida es la palabra 'ciberadicción', pero en definitiva todas atienden a un mismo problema, el no ser capaz de desconectar y realizar ese uso abusivo de las tecnologías.