Tres sencillas recetas de fijadores caseros para rizos

Cada vez más personas con el pelo rizado destierran de su cuarto de baño los productos con siliconas, sulfatos y ciertos alcoholes que pueden resecar, dañar y obstruir el cabello. Tras un tiempo de (a veces difícil) 'desintoxicación', el cabello suele lucir más suave y saludable y los rizos, agradecidos, se encogen más. Pero más allá de este paso, los más puristas se atreven con geles de fijadores caseros basados en ingredientes naturales, algunos de ellos muy comunes en nuestras cocinas. El efecto es sorprendente: consiguen fijación sin apelmazar ni saturar, aportan proteínas y además hidratan, una combinación perfecta para presumir de rizos este verano a pesar del calor, del cloro de la piscina y de la sal del mar.

Se obtiene simplemente cociendo las semillas de lino en agua hasta que el líquido adquiere una consistencia gelatinosa. La proporción es de aproximadamente dos tazas de agua y un cuarto de taza de semillas, o dos cucharadas por 250 mililitros de agua aproximadamente. Cuando el agua llegue a ebullición incorporamos el lino y revolvemos hasta que empeice a cambiar la textura. Normalmente tarda entre dos y cinco minutos en estar listo. Al final colamos el resultado y dejamos enfriar. Proporciona mucho brillo y es el gel natural con más poder de fijación, media-alta. Además, el lino aporta proteína al cabello, algo muy necesario para mantener unos rizos con cuerpo y sin encrespamiento.

El mecanismo es el mismo. En esta ocasión la proporción es de una taza de agua por media de copos enteros de avena. Cocemos hasta que el agua se vuelva viscosa (puede tardar algo más que en la receta anterior). Colamos y dejamos enfriar. Tiene menos poder de fijación que el gel de lino, por lo que es perfecto si queremos un resultado más suave. Además, la avena también aporta proteína.

El tragacanto o gond katira es una goma natural obtenida de un arbusto que se encuentra principalmente en Medio Oriente, Irak e Irán, o Asia occidental. Se vende en gránulos o en polvo. En el caso de los gránulos es necesario mezclarlos con agua, dejarlos reposar y batir con una batidora. Cuando viene en polvo basta con dejarlo reposar en agua unas horas hasta que adquiera consistencia de gel. Tambén aporta una fijación suave, consiguiendo un efecto de 'rizos de algodón'.

Para que estos geles caseros duren más se puede añadir unas gotas de vitamina E pura y de aceite esencial de lavanda o limón, por ejemplo, que además aportarán aroma. Es importante conservarlos en el frigorífico, a ser posible en un recipiente de vidrio, y desecharlos después de una semana aproximadamente. Para un resultado más fino, además del colador se puede utilizar una tela especial para colar el líquido y eliminar así cualquier impureza.

Otra receta extremadamente sencilla para el cabello es la del agua de arroz. En este caso no sirve para fijar pero sí para aportar suavidad, estimular el crecimiento del cabello, prevenir la caída y aportar proteína. Se trata simplemente de aprovechar el agua resultante de la cocción de arroz blanco y aplicarla en el pelo como si fuera una mascarilla. Es un truco ampliamente utilizado en Asia.

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