¿Son malos los desodorantes con aluminio?

En los últimos años ha surgido la duda de si el aluminio que se añade en muchos desodorantes es perjudicial para la salud e incluso se ha relacionado este factor con el cáncer de mama. El hecho de que la axila esté tan cerca del pecho y que el cuerpo sea capaz de absorber los ingredientes de los cosméticos a través de la piel ha sembrado el miedo. En este sentido, hay que aclarar que ningún estudio ha podido demostrar hasta ahora de forma concluyente que estos productos que se utilizan para evitar el sudor causen cáncer u otras patologías, aunque «se requerirían investigaciones adicionales para determinar si existe una relación», según opina el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.

Esta entidad explica que un estudio que analizó la frecuencia de afeitarse las axilas y el uso de antitranspirantes o desodorantes realizado entre 437 supervivientes de cáncer de seno «reportó edades más jóvenes al tiempo del diagnóstico de cáncer de seno para mujeres que usaron antitranspirantes o desodorantes frecuentemente o que empezaron a usarlos junto con la afeitada a una edad más joven». Sin embargo, hay que aclarar que «debido a la naturaleza retrospectiva del estudio, los resultados no son conclusivos». El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos también reconoce que algunos estudios se han centrado en la posible influencia negativa en el cuerpo de los parabenos de los desodorantes, ya que «los parabenos se encuentran en tumores de seno, pero no hay pruebas de que causen cáncer de seno».

Por su parte, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) señala que «durante los últimos años el aluminio en los cosméticos ha sido relacionado con el cáncer de mama y el Alzheimer. La verdad es que a día de hoy no hay pruebas ni estudios rigurosos que demuestren alguna relación entre el aluminio de los antitranspirantes y estas enfermedades». Sin embargo, esta organización aconseja «por precaución» seguir una serie de medidas para reducir la exposición al aluminio disminuyendo el uso de antitranspirantes. Así, recomiendan no utilizar desodorantes en la piel dañada, irritada o recién depilada. Tampoco está de más revisar el listado de ingredientes y evitar el alcohol o algunos conservantes especialmente para las personas más sensibles a estos componentes. En caso de optar por un desodorante libre de aluminio, es mejor elegir productos sin efecto antitranspirante. Además, es importante aplicar el antitranspirante por la mañana sobre la piel limpia y lavarse bien las axilas por la noche para no mantener los poros obstruidos demasiado tiempo. Y es que si algo está comprobado es que bloquear los conductos que se encargan de evacuar el sudor no es bueno, ya que sudar es un mecanismo natural y necesario de nuestro cuerpo. Por ello, es mejor no utlizar antitranspirantes que taponan las glándulas sudoríparas o dejarlos para situaciones muy puntuales.

Si prefieres optar por un desodorante ecológico que sea respetuoso con la piel debes evitar los que llevan alumino en su listado de ingredientes, que suele aparecer bajo el nombre de 'aluminium chlorohydrate' o 'aluminium zirconium pentachlorohydrate', entre otros. Es importante resaltar que la piedra de alumbre, que se suele utilizan como alternativa 'natural', tampoco está libre de aluminio. Además, habría que evitar otros ingredientes como el talco, un mineral ralacionado con el cáncer. También es posible elaborar nuestra propio desodorante natural mezclando entre 5 y 10 gotas de aceite esencial de árbol de té, lavanda o limón con tres cucharadas de aceite de coco (se puede sustituis por manteca de karité), tres cucharadas de bicarbonato de sodio y tres cuchardas de almidón de maíz (maicena). Otra opción es agregar una cucharadita de bicarbonato de sodio y el zumo de un limón a 100 mililitros de agua e introducir el líquido resultante en una botella con formato spray.

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