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La Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, ha publicado los resultados de su último estudio sobre la presencia de arsénico en arroces, tortitas dietéticas y productos derivados. Para ello, ha analizado 136 muestras de distintas variedades del producto: blanco de grano corto y largo, basmati e integral, todos en crudo, además de arroz precocinado. Además, también ha examinado productos derivados como papillas de cereales, tarritos infantiles, tortitas, bebidas, fideos o cereales de desayuno.
A partir de sus resultados puede deducirse que ningún producto, consumido a razón de una ración por día puede suponer un riesgo para la salud, aunque consumos superiores sí podrían implicar exceder los umbrales establecidos por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
El arsénico es un metal pesado que se origina como consecuencia de procesos naturales (erosiones de rocas y minerales) o debido de la actividad humana: emisiones industriales, la producción de energía a partir de combustibles fósiles, herbicida o insecticida. Esta sustancia puede llegar a nuestro organismo por la ingesta de alimentos y agua.
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El arroz tiene arsénico de forma natural, pero no es el único alimento en el que está presente. La evidencia científica ha demostrado que su consumo en determinadas dosis puede suponer un riesgo para la salud, por lo que ya en 1987 fue clasificado como cancerígeno en humanos con otros posibles efectos tóxicos diversos.
Los alimentos en los que más arsénico se ha detectado son el arroz integral (con 131 microgramos de arsénico por kg de producto) y las tortitas de arroz (139 microgramos por kg). El límite establecido para el consumo diario es de 0,3 microgramos por kilogramo de masa corporal. Es decir, una persona adulta de 70 kg de peso tendría su límite en 21 microgramos diarios.
Si esto se convierte al consumo de arroz quiere decir que una persona de 70 kg de peso tendría su límite de consumo de arroz integral diario en unos 160 gramos (las raciones oscilan entre 50 y 100 gramos del producto). En el caso del arroz blanco (con concentraciones inferiores, de 75 microgramos / kg) el límite rondaría los 280 gramos diarios. En el caso de las tortitas, habría que consumir entre 15 y 21 unidades para superar el umbral (o 151 gramos).
Existen varias formas de rebajar el contenido de arsénico del arroz. El primero es el de lavarlo. Buena parte del análisis se realizó en arroces en crudo y sin tratar. La propia OCU recomienda el lavado del arroz como medida preventiva. Lavar bien el arroz, dejándolo un rato a remojo, además reduce el tiempo necesario para su cocción.
También es posible cocer el arroz en agua abundante (el doble de la que pondríamos habitualmente) y descartar el agua sobrante al finalizar la cocción. Es decir, cocinar el arroz como si se tratara de pasta.
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