Esto es lo que tardan en biodegradarse nuestros residuos

Cada vez adquirimos más conciencia de la importancia de reciclar nuestros residuos, pero lo cierto que no todos los productos pueden cobrar una nueva vida en los centros de tratamientos de residuos, bien porque no son susceptibles de una transformación o porque son arrojados y convertidos en 'basuraleza'. Se trata de un auténtico peligro para el medio ambiente, ya que los objetos de nuestra vida cotidiana pueden tardar años e incluso siglos en biodegradarse. Sin ir más lejos, las mascarillas higiénicas tardan en 'desaparecer' hasta 400 años, el mismo tiempo que las anillas de plástico que agrupan los packs de latas. Mientras tanto, «pueden afectar de múltiples formas a la flora y fauna del entorno, al agua y a los suelos que conforman ese espacio; o incluso acabar en el mar, uniéndose a los más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos que se vierten anualmente a los océanos», según indica el Ministerio para la Transición Ecológica.

Peor pronóstico tienen las botellas de plástico y los pañales desechables, con un tiempo de degradación de 450 años; el hilo de pescar, con 600 años; y las pilas, que tardan hasta 1.000 años en desintegrarse completamente en el entorno, según datos de la Guardia Civil. Por otra parte, los envases de plástico tardan unos 300 años en descomponerse totalmente, las latas de refresco 200 años, las bolsas de plástico unos 150 años, las latas de conserva 50 años y los tetrabrick 40 años.

En cuanto a las colillas de los cigarrillos, pueden tardar hasta 12 años en biodegradarse, pero lo peor es que solamente una de ellas es capaz de «contaminar hasta 10 litros de agua marina y hasta 50 litros en el caso del agua dulce», según concreta Cruz Roja, quien colabora en proyectos de limpieza de 'basuraleza' (basura que se arroja en la naturaleza).

Pero no solo lo que consideramos basura tarda tanto tiempo en degradarse. La ropa, sin ir más lejos, genera toneladas y toneladas de residuos que suponen un auténtico problema para el medio ambiente. Mientras que tejidos naturales como el algodón, la lana o la seda tardan entre 1 y 5 años en fundirse completamente con el entorno, en el caso de los artificiales como el poliéster (los más comunes) el tiempo medio es de 500 años, sin olvidar que además liberan millones de peligrosos microplásticos.

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