El nombre «lima» no corresponde exactamente con ninguna clasificación científica y las especies que reciben este nombre varían según la región. La denominación se emplea para nombrar a frutos pequeños, verde-amarillentos, de pulpa ácida y fuertemente aromáticos. Esta fruta fue introducida en Europa desde ... el Medio Oriente durante las Cruzadas, y el término proviene del Persa.

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Este alimento es más aromático que el limón, pero es menos utilizado en nuestra cocina. Como buena fruta que es su contenido en agua es elevado, alcanzando casi el 95%, por tanto, su aporte calórico es muy bajo, no llegando a las 50 calorías. El macronutriente fundamental son los hidratos de carbono y azúcares, que alcanzan los 3,8 gramos, con un aporte de proteínas y grasas por debajo de los 0,5 gramos. La contribución de fibra si lo consumimos su zumo con pulpa llega a casi 3 gramos.

El contenido de minerales es bajo con respecto a verduras, pero aporta sobre todo un buen contenido de potasio. El aspecto nutricional más importante de esta fruta es la vitamina C, con casi 44 mg por 100, es decir casi el 100% de las necesidades de vitamina C diarias de una persona sana. Es una vitamina antioxidante, que protege nuestras mucosas de las agresiones de los resfriados y catarros.

Además, la presencia de vitamina C en la dieta mejora la absorción del hierro de los alimentos de origen animal. Y también se potencia con el ácido cítrico, elemento muy presente en la lima. Se trata de un desinfectante natural, además de antiséptico y alcalinizador de la orina, por lo que el zumo de lima está indicado para personas con cálculos renales porque facilita la eliminación de ácido úrico por la orina. En resumen, la lima aporta grandes cantidades de vitamina C y acido cítrico, y en menor medida potasio y fibra.

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