Consejos para reducir el café y aguantar el ritmo de la rutina

Si estás tratando de reducir la ingesta de café pero temes quedarte dormido en cada esquina, estos consejos te ayudarán a dejar paulatinamente esa dependencia sustituyéndola por otros hábitos de vida saludable.

El desayuno es la primera comida del día y puede ser tan variada como el resto. Prueba a variar los alimentos que utilizas, desayunando frutas, tostadas de verduras, tortilla o huevos revueltos y a su vez varía la bebida con la que acompañas estos alimentos. Puedes seguir consumiendo leche o bebidas vegetales sin añadir café, o elaborar jugos variados que añadan un aporte extra de energía a tu dieta. Algunas verduras que puedes licuar con este fin son el apio, las espinacas o la remolacha, que combinadas con manzana, zanahoria y naranja obtendrás un buen sabor.

El café es una bebida asociada a los encuentros sociales. Reunirse para tomar un café caliente en invierno o con hielos si es en la temporada estival. Sustituye esta costumbre por otras bebidas sin cafeína, infusiones y zumos que además pueden tener efectos positivos en tu salud. Asimismo, consumir agua hidrata tu organismo y hace que te encuentres con vitalidad para enfrentarte o disfrutar de tu día a día.

La rutina, la familia y la vida social, muchas veces hacen que las personas fuercen su energía a niveles que sobrepasan a cualquiera. Conocerse y escuchar las señales que manda el cuerpo es esencial para tener una vida sana. El descanso es fundamental. Un adulto debe dormir entre siete y nueve horas diarias. Además, si te encuentras cansado, puedes descansar entre 20 y 40 minutos, en forma de siesta, para continuar el resto de la rutina con más energía.

Caminar y practicar deporte hace que tu organismo genere endorfinas que te ayudarán a combatir la fatiga. Si sustituyes el café del desayuno o el de después de comer por un paseo, después de varios días tu cuerpo se acostumbrará y podrás prescindir de esa ingesta de cafeína.