Alertan del abuso de bebidas energéticas, una bomba de relojería
El 62% de los adolescentes consume de forma habitual bebidas cargadas de cafeína
El debate sigue abierto. ¿Son malas las bebidas energéticas? ¿Lo son las isotónicas deportivas? ¿Son aptas para todas las edades?
El doctor Daniel de ... Luis, catedrático de Endocrinología y Nutrición en la Universidad de Valladolid, aclara aspectos fundamentales a considerar en este consumo. Explica que, en primer lugar, hay que distinguir entre las bebidas isotónicas y las energéticas. Las primeras las toman los deportistas, tienen sales, hidratos de carbono y ayudan a reponer lo perdido mientras se hace ejercicio. Nada que decir, ningún problema». Sin embargo, añade, «con las energéticas hay que tener más cuidado. Los estudios, por ejemplo de EEUU, revelan que la mitad de los adolescentes las toman de forma regular. Hay que tener cuidado porque tienen en su composición además de sales y de hidratos de carbono, taurina, cafeína, guaraná, ginseng, y azúcar, que esto último es lo menos preocupante. La cuestión está en lo que se va acumulando a lo largo del día y en el patrón de consumo».
Destaca este especialista en Nutrición del Río Hortega, que «cuando uno se toma un café, e incluso hasta dos o tres, lo hace lentamente, en una conversación con alguien, en una cafetería... mientras que estas bebidas se ingieren de forma rápida. Además son refrigeradas, lo que invita a un consumo sin reposo; con lo cual es un pelotazo de cafeína. Pero, además, depende de cuánta haya en cada envase. Si llevan 200 o, incluso, 300 miligramos no hay problema; pero algunas portan 400 e, incluso, 500. Además la cantidad de cafeína tienen que incluirla en la composición por ley ;pero no ocurre así con el ginseng o el guaraná y ambos aportan también cafeína, suman sin que se sepa cuánto. Refrigerado y bebido de un tirón, frente a una pantalla de ordenador o viendo una peli o mientras se estudia, metiéndose no una sino varias bebidas al organismo.... Es una bomba de relojería. Ahora bien, si te tomas una y no has bebido también cafés o colas... Pues al cuerpo no se lo pones tan difícil. Y si se mezcla con el alcohol, resulta aún más dañino, claro». Y ¿qué provoca? pues el exceso, el abuso, puede causar a personas con problemas de hipertensión o cardiacos una afectación importante».

Monster
Volumen de la lata: 500 ml

Red Bull
Volumen de la lata: 473 ml.

Rockstar
Volumen de la lata: 500 ml

Burn
Volumen de la lata: 500 ml

Blue Chameleon
Volumen de la lata: 250 ml.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recoge en su informe de hace ya un año una alerta del elevado consumo en jóvenes y adolescentes y la necesidad de informar debidamente sobre los potenciales riesgos para la salud que supone una ingesta alta de este tipo de productos. Mucha más cafeína que un 'espresso', que tiene alrededor de unos 80 miligramos. Tres de los cinco productos analizados en este reportaje añaden a la cafeína y la taurina sustancias como el ginseng o el guaraná, lo que, como explica De Luis, aumenta la cantidad final.
La encuesta ESTUDES
En la encuesta ESTUDES en población de estudiantes de 14 a 18 años del año 2021 se ha investigado acerca del impacto y alcance que tiene el consumo de bebidas energéticas con alto contenido en cafeína entre los alumnos de 14 a 18 años. El análisis de los resultados indica que casi la mitad de los estudiantes han tomado bebidas de este tipo en los últimos 30 días, siendo la prevalencia mayor en los chicos (50,7%) que en las chicas (39,0%).
Un 31% de adultos consume este tipo de bebidas de forma habitual frente a un 62% de adolescentes de entre 10 y 18 años y un 26% de niños de entre 3 y 10 años. Son datos del Ministerio de Sanidad.
Los adolescentes masculinos muestran prevalencias de consumo más elevadas que las féminas en todas las edades analizadas. Y los 17 años es la época de mayor consumo, descendiendo ligeramente a los 18 años.
Además, entre las chicas se produce una tendencia distinta: el consumo alcanza su punto máximo a los 15 años (42,3%) y, a partir de ahí, experimentan una caída notable que recupera fuerza en los 18 años, aunque este dato (40,6%) sigue siendo inferior al realizado en las menores de 14 y 15 años.

En lo que respecta a la práctica de mezclar bebidas energéticas con alcohol, el 16,1% de los estudiantes de 14 a 18 años lo ha hecho en los últimos 30 días, cifra que es superior entre los hombres. Tanto en el grupo masculino como en el femenino, la mayor proporción de esta mezcla se registra entre los alumnos de 18 años, con una prevalencia de consumo de 22,7% y 18,4% respectivamente. En estos casos, el azúcar favorece que el alcohol penetre en la célula, además de que al llevar cafeína puede dar una sensación menos de que no se está consumiendo alcohol y que, por tanto, se noten más tarde sus efectos, lo que puede provocar que el consumo sea mayor.
El estudio refleja que los estudiantes que beben estos productos «repiten más cursos o hacen más pellas que el resto»
El crecimiento del consumo de bebidas energéticas lo impulsan ellas, dado que mientras los chicos mantienen su uso en los últimos años, las mujeres lo han aumentado en ocho puntos desde 2019 hasta el 39%.
El Ministerio de Sanidad recoge además en su informe una negativa correlación entre el abuso de estas bebidas y las drogas. El último ESTUDES revela las características sociodemográficas de los consumidores más habituales y observa que los estudiantes que han bebido estos productos «sacan peores notas de media, repiten más cursos o hacen más pellas (novillos) que el resto de estudiantes que no han consumido éstas en el último mes». Estas diferencias son todavía mayores en aquellos que lo combinaron con alcohol. En cuanto a las salidas nocturnas, las diferencias son aún mayores, hay una relación directa entre abusar de estas bebidas y salir de noche al menos dos veces a la semana, hasta las tres de la madrugada y disponer de bastante dinero para gastar.
Sanidad aporta también consejos, actividades que suponen un factor de protección, como la lectura de libros o tener algún hobbie como tocar algún instrumento musical.
Su empleo abusivo es, por lo tanto, preocupante por los efectos adversos de la cafeína, que pueden derivar en trastornos de sueño, de ansiedad o cambios en la frecuencia cardíaca, que a largo plazo pueden dar lugar a alteraciones cardiovasculares. Por otro lado, un consumo excesivo de azúcar puede causar obesidad y la resistencia a la insulina, lo que a su vez influye negativamente en las alteraciones cardíacas que puede provocar el abuso de este tipo de bebidas.
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