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La Organización de Consumidores y Usuarios de Castilla y León advierte de la peligrosidad de recoger setas a mano, ya que se han multiplicado las salidas al campo y, en Valladolid, ya se han tramitado la mitad de licencias de recogida de setas que en toda la temporada anterior. La mayoría de las setas son comestibles, pero en ocasiones resulta complicado distinguirlas de las tóxicas, por lo que, en Europa, se registran cada año cientos de intoxicaciones y decenas de fallecimientos por ingesta de setas. Algunas como la Amanita son extremadamente peligrosas.
La mayoría de las setas crecen en otoño y el resto en primavera, por tanto, ya ha comenzado la temporada de salir al campo a recogerlas y desde la Delegación de la OCU en Castilla y León quieren recordar los riesgos de su recolección para evitar posibles intoxicaciones. Entre otras cosas, se desaconseja su recolección a mano, salvo que se tenga experiencia o la opinión de un experto. Así mismo, conviene llevarlas a analizar a un centro especializado para asegurarse de que son inofensivas.
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Evitar aquellas que se encuentran en los bordes de las carreteras y en las zonas de cultivo, ya que pueden haber sido fumigadas y contener metales pesados y sustancias tóxicas.
No arrancar las setas del suelo, cortarlas por la base del pie para que sigan viviendo y produzcan nuevos frutos.
Portar un pincel o brocha para limpiarlas y evitar que la suciedad penetre en la seta.
Meter los níscalos en una cesta de mimbre para ir esparciendo las esporas y favorecer la germinación de nuevas setas.
No introducirlas dentro de una bolsa cerrada, porque podrían pudrirse.
Extremar las precauciones y, ante la duda, no tocarlas.
En caso de ser aficionado, acudir a un centro de análisis para confirmar su inocuidad.
Asesorare por un experto antes de salir al campo.
En caso de haber comido setas y padecer algún síntoma extraño, es recomendable ponerse cuanto antes en manos de un profesional. Los níscalos son difíciles de digerir y es habitual que causen reacciones de intolerancia o alergia en personas sensibles. Además pueden acumular metales pesados y radiactividad, por lo que no es conveniente abusar de su consumo, es decir, tratar de utilizarlos como guarnición en vez de como plato principal.
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