Vida sana

Alternativas a las bolsas compostables tóxicas para hacer la compra

La mejor opción es llevar nuestras propias bolsas a la compra, es cuestión de acostumbrarnos. Podríamos usar de plástico y reutilizarlas, aunque lo ideal es recurrir a las de algodón. Las más fáciles de encontrar son las de rejilla (atención a la etiqueta, también las venden de fibras sintéticas como el poliéster, una opción válida pero menos ecológica), y pueden servir, pero presentan una desventaja: por sus agujeros se puede filtrar suciedad de la fruta, pequeñas partes de hojas, etcétera. Por eso es mejor optar por bolsas de algodón sin orificios, que igualmente son transpirables. Así podemos acudir a comprar con un carrito, un capacho o una bolsa de rafia de las que venden en los supermercados y guardar dentro estas bolsas sin miedo a que manchen o dejen residuos. También las podemos llevar dobladas en el bolso. Para sacar nota, es recomendable optar por el algodón orgánico o en su defecto algodón normal, pero en este último caso es aconsejable lavar antes las bolsas, ya que el algodón (cuando no es orgánico) es uno de los tejidos más contaminados por pesticidas.

También hay que tener en cuenta que en algunos supermercados (pocos) y pequeñas tiendas utilizan bolsas de papel en vez de las compostables y algunos productos se envasan en cartón. Sin embargo, las bolsas reutilizables de algodón siguen siendo una mejor alternativa. La OCU ha puesto en tela de duda la seguridad de envases de cartón y papel en contacto con los alimentos. De hecho, realizó un estudio con 76 muestras y 30 contenían sustancias controvertidas en el propio papel o cartón, mientras que en 13 incluso se traspasaban a los alimentos.

Ningún supermercado o tienda nos pondrá pegas por acudir con nuestras propias bolsas. Además, las de algodón tienen la ventaja de que podemos pegar en ellas las pegatinas que se imprimen en algunos supermercados donde debemos pesar los productos y, al llegar a casa, se despegan muy fácilmente de la tela a la primera sin dejar ningún rastro. En las tiendas donde la fruta y verdura se pesa en caja tampoco nos pondrán ninguna objeción. Como mucho, si la bolsa es opaca, nos pedirán que la entreabramos ligeramente para ver lo que contiene y poder cobrarnos de forma correcta.

En cualquier caso, aunque nos sintamos más tranquilos al no utilizar bolsas compostables, hay que recordar que debemos lavar siempre la fruta y la verdura antes de consumirla o cocinarla, incluso aunque vayamos a pelar las piezas, ya que los restos de pesticida o suciedad pueden pasar del exterior al interior al cortarla. También es recomendable comprar fruta y verdura de proximidad, ya que suelen tener menos restos de pesticidas, o de carácter ecológico si es posible.

Por último, para seguir evitando posibles tóxicos al ir a comprar, debemos tener cuidado con los tiques de la compra, ya que suelen llevar en su composición Bisfenol A (BPA), un disruptor endocrino bastante peligroso. Lo mejor es no tocar estos tiques demasiado tiempo, no sujetarlos con la boca, no guardarlos con la comida, tirarlos en cuanto no nos hagan falta pero sin arrugarlos (no hacer una bolita para que no se nos impregne en la mano), no reutilizarlos para notas y no dejar a los niños jugar con ellos.

La Autoridad Europea de Sanidad Alimentaria (EFSA) ha admitido que la exposición actual al BPA a través de la dieta constituye un elevado riesgo para la salud humana. Un nuevo informe considera que los actuales límites de exposición al BPA sobrepasan de lejos el impacto negativo de esta sustancia en la salud y establece que el nuevo umbral de exposición debe ser 20.000 veces inferior al actual.