Secciones
Servicios
Destacamos
Hace unos días una alerta sanitaria hizo sonar todas las alarmas: se encontraron restos de metomilo en un lote de sandías procedentes de Marruecos que excedían con creces los límites permitidos por las leyes europeas. Los pesticidas se utilizan a diario para proteger los ... cultivos contra insectos, malas hierbas, hongos y otras plagas y la legislación europea protege a los consumidores para que los niveles que quedan en los alimentos no sean peligrosos para la salud pero existen ciertas prácticas que podemos llevar a cabo para tener un especial cuidado con estas sustancias, sobre todo de cara a los productos procedentes de fuera de la UE.
Noticias Relacionadas
En primer lugar, es aconsejable recurrir a alimentos locales de temporada. Esta práctica no solo favorece a la naturaleza al disminuir las emisiones de CO2 que son necesarias para trasladar los productos sino que además conlleva una menor utilización de plaguicidas, ya que no es necesario añadir tantos productos tras su cosecha para que lleguen en buen estado al consumidor. Además, hay que tener en cuenta que muchos de los plaguicidas más antiguos y menos costosos (sin patente), como el diclorodifeniltricloroetano (DDT) y el lindano, pueden permanecer durante años en el suelo y el agua.
Estas sustancias químicas han sido prohibidas por los países que firmaron el Convenio de Estocolmo de 2001 ( entre los que se encuentran todos los Estados miembros de la Unión Europea), un tratado internacional que tiene como objetivo eliminar o restringir la producción y el uso de contaminantes orgánicos persistentes. Sin embargo, todavía se utilizan en muchos países en desarrollo, según indica la Organización Mundial de la Salud. Además, los plaguicidas se encuentran entre las principales causas de muerte por autointoxicación, sobre todo en los países de ingreso mediano bajo. Esta organización reconoce aunque los plaguicidas pueden prevenir grandes pérdidas de cultivos desempeñan un papel importante en la agricultura, «los efectos de la exposición a los plaguicidas en los seres humanos y el medio ambiente son una preocupación constante».
Entre los alimentos con más restos de pesticidas destacan especialmente los pomelos importados fuera de la Unión Europea, con un 9,92%, según indican los últimos informes del Programa europeo de control coordinado (PCPA EU) que tomaron una lista de doce alimentos elegidos aleatoriamente. Seguirían los pimientos dulces (3,44%), los plátanos (2,26%), los hongos cultivados (2,18%), las uvas de mesa (2,13%) y las berenjenas (2,09%). Fuera de este análisis quedaron las fresas, uno de los alimentos con más restos de sustancias químicas según la organización Enviromental Working Group (EWG).
Una opción es pelar las frutas y verduras (aunque así renunciamos a ciertos nutrientes) y desechar las primeras hojas de alimentos como la lechuga. También es importante lavar la fruta y la verdura con agua durante más de un minuto, a ser posible con agua templada, o en un cazo añadiendo un poco de bicarbonato sódico y enjuagando al final, según recomienda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Otra opción es optar por productos ecológicos, aunque es necesario lavarlos igualmente para eliminar posibles restos de suciedad y bacterias.
Noticias Relacionadas
Según los análisis de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el 39,8% de los alimentos contienen uno o más residuos en concentraciones inferiores o iguales a los niveles permitidos y el 2,1% alberga restos químicos por encima de los niveles permitidos, mientras que el 53% estaban exentos de niveles cuantificables.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.