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El pasado lunes la consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, aseguró que el 45,35% de la población de Castilla y León está inmunizada contra el coronavirus ya sea porque le ha sido inyectada la vacuna (según ... los datos del Ministerio de Sanidad, hasta el 25 de abril 693.811 personas habían recibido al menos una dosis en la comunidad) o porque han superado una enfermedad que hasta este martes han contraído 227.010 castellanos y leoneses.
Con aproximadamente un millón de ciudadanos de Castilla y León con algún porcentaje de inmunidad contra el virus (hasta este lunes se han administrado 974.889 dosis de las 877.215 de Pfizer, las 113.700 de Moderna, las 189.500 de AstraZeneca y las 7.400 de Janssen que han llegado hasta la fecha a Castilla y León), es el momento de responder algunas de las preguntas que puede generar en la ciudadanía este punto de la vacunación en el que nos encontramos, aún lejos de alcanzar la inmunidad de grupo establecida en el 70% de la población puesto que por el momento solo el 13,5% de los ciudadanos de la comunidad se han inmunizado completamente.
Según la página web de la Organización Mundial de la Salud, «debido a que las vacunas contra la covid-19 se han estado desarrollando en los meses precedentes, es demasiado pronto para saber la duración de la inmunidad que confieren«.
No obstante, en ese mismo sitio se asegura que existen «datos alentadores que indican que la mayoría de las personas que se recuperan de la enfermedad adquieren una inmunidad que protege contra una nueva infección, al menos durante un cierto tiempo«.
Según algunos estudios, la protección, ya sea gracias a las vacunas o tras haber pasado la enfermedad, parece resistir bastante bien al menos 6 meses. «Es más, los casos reportados de reinfección son anecdóticos«, asegura el experto Salvador Peiró.
Según la sexta actualización de la Estrategia de vacunación covid-19 del Ministerio de Sanidad, «en personas hasta 65 años de edad, la protección que confiere la inmunidad natural frente a una reinfección es de alrededor de un 80% en un periodo de seguimiento de 6 meses, disminuyendo hasta un 47% en los mayores de esta edad«.
Según los estudios hechos públicos, en el caso de la vacuna de Janssen (la única monodosis aprobada por el momento) el porcentaje de protección varía en función de qué población ha sido vacunada. En Sudáfrica, alcanza el 52% mientras que en la población europea, llega al 67%.
En el caso de Pfizer se estima que se logra una inmunidad del 89% entre 15 y 21 días después de recibir la primera dosis. Se llega al 91% entre los 15 y 28 días tras recibir la segunda dosis (esta segunda se administra a los 21 días).
Las soluciones de Moderna y AstraZeneca ofrecen una inmunidad del 50% con la primera dosis y del 90% una vez administrada la segunda.
Los dos positivos registrados en trabajadores de la residencia de Peñafiel que habían sido inmunizados con Pfizer demuestra que sí que puede darse una infección pese a estar inmunizado contra el coronavirus.
Las vacunas no inmunizan en el 100% de los casos, pero sí que hacen que las infecciones sean mucho más leves ya que el cuerpo está mejor preparado para enfrentarse a la enfermedad.
Como recoge en este artículo Victoria de Andrés Fernández, profesora titular en el Departamento de Biología Animal de la Universidad de Málaga, «usted está inmunizado, pero no esterilizado. Esto quiere decir que usted puede ser una fuente de contagio para las personas que no están vacunadas, lo que incluye sus pertenencias, sus ropas y todo aquello que caiga bajo su radio de acción«.
Pese a que los vacunados tienen más probabilidad de ser asintomáticos ya que su carga viral es más reducida, siguen siendo peligrosos para los no vacunados.
Las cuatro vacunas aprobadas hasta la fecha en España (las de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen) son «extraordinariamente efectivas para reducir los casos de la covid-19 sintomática en todos los grupos de edad. Incluso cuando se infecta, el riesgo de desarrollar covid grave es mucho menor», asegura el experto Salvador Peiró.
«Si una proporción importante de personas vacunadas no se infecta y los que lo hacen tienen una menor carga viral, la capacidad de transmisión debería disminuir notablemente«.
En esta pieza puedes conocer los grupos de edad dispuestos por Sanidad para organizar la vacunación y qué fármaco corresponde a cada uno de ellos.
En España tanto los vacunados como los no vacunados deben llevar mascarilla además de cumplir con todas las medidas de seguridad decididas por Sanidad.
Todo ello, pese al informe del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) que apostaba por ir normalizando la vida entre las personas teóricamente inmunizadas, que podrían prescindir de mascarillas y distancias sociales en reuniones entre ellos, incluidos los espacios cerrados
Como recoge el experto Salvador Peiró, «preocupa, en primer lugar, que la posible 'relajación' de medidas en los vacunados pudiera dar lugar a un incremento de infecciones entre ellos. Aún en su mayoría asintomáticas, y pese a su menor capacidad de transmisión, podrían trasladarse a infecciones en no vacunados, fundamentalmente poblaciones más jóvenes (los más tardíos en recibir la vacunación)».
«Cabe recordar, finalmente, que también preocupa (y mucho) la relajación en las semanas inmediatas tras la primera dosis, cuando nuestro organismo aun no ha tenido tiempo de producir anticuerpos frente al SARS-CoV-2 y aun no tenemos protección. Aquí sí que sabemos que hay que mantener todas las mismas medidas que los no vacunados. En esto no tenemos la más mínima duda ni incertidumbre».
El Comité de Alergia a Medicamentos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) asegura que «no se puede generalizar la evitación de la vacuna en todas aquellas personas que hayan tenido reacciones graves con medicamentos y/o alimentos«.
El SEAIC asegura que solo está contraindicado para quienes han sufrido reacciones alérgicas a los componentes de estas vacunas o que hayan sufrido una reacción grave a la primera dosis de la vacuna.
Según el comunicado emitido el 7 de abril por el Comité para la Evaluación de Riesgos en Farmacovigilancia Europeo (PRAC) los pacientes con problemas de coagulación de la sangre, antecedentes de plaquetas bajas o factores de riesgo de trombosis pueden vacunarse.
No obstante, se recomienda que los pacientes con coagulopatías que cursan con trombocitopenia consulten con su hematólogo.
Aquí puedes encontrar respuestas a muchas más cuestiones sobre el coronavirus y las vacunas, en nuestra sección Preguntas Covid.
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