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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, aseguró ayer en una entrevista en Canal Sur que «no parece que haya una fuente suficientemente rigurosa que acredite que estamos mejor protegidos con otro tipo de mascarillas no higiéncias», en referencia a las voces que piden que se haga obligatorio el uso de las FFP2 en algunos ámbitos o incluso con carácter general.
Garzón aseguró que «si en algún momento los científicos consideran lo más adecuado cambiar la recomendación de las mascarillas higiénicas a las de otro tipo, lo haríamos desde el Gobierno de España», lo que implicaría también estudiar cómo rebajar el precio de unos artículos mucho más caros que los tapabocas de otro tipo y que actualmente tienen un IVA del 21% frente al 4% que se aplica a las higénicas desde el pasado mes de noviembre.
Desde que hace algunas semanas Fernado Simón pusiera como ejemplo el uso de las FFP2 en ciertos momentos para evitar los contagios, muchas son las voces que se han alzado a favor y en contra de expandir el uso de las mismas. En Valladolid en algunos momentos se han agotado, aunque los expertos recuerdan que lo más importante no es el tipo de mascarilla, sino utilizarlas bien, algo en lo que redundó un profesor español de la Universidad de Colorado la pasada semana, tras mostrar en su Twitter cómo una mascarilla FFP2 mal colocada es más perjudicial que una quirúrgica perfectamente utilizada.
Ya sea con las mascarillas higiénicas, quirúrgicas, FPP2 o de otro tipo, muchas son las molestias que ocasionan sus cordones en la parte trasera de la oreja, algo que ha solventado este inventor palentino cansado de no aguantar su presión durante varias horas.
La OCU aconsejó la semana pasada no utilizar las FFP2 por su limitada respirabilidad y la dificultad de colocárselas correctamente.
Tras la intervención de Alberto Garzón en Canal Sur, el Grupo Parlamentario de Ciudadanos ha registrado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley (PNL) para su reprobación e instar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a su cese inmediato por sus declaraciones en contra de la evidencia científica sobre el uso de las mascarillas FFP2 como protección frente al covid-19.
Un comentario que, a juicio de Ciudadanos, evidencia que «una vez más el negacionismo y la irresponsabilidad» del Gobierno puede conllevar «importantes» costes en términos económicos, pero, «y sobre todo, en vidas humanas», según recoge Europa Press.
Asimismo, la formación naranja ha señalado que el pasado mayo, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, llegó a calificar las mascarillas FFP2 como «egoístas», y por tanto desincentivando su uso. Sin embargo, apostillan desde Ciudadanos, se ha probado que las mascarillas FFP2 son las más seguras, puesto que las mascarillas quirúrgicas sólo protegen de la emisión de gotículas por parte del portador, mientras que éstas protegen también frente a la inoculación de aerosoles, como ha recordado en varias ocasiones la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
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