¿Qué es el relé del coche y cuál es su utilidad?

El relé del coche no es una pieza muy conocida, pero cumple con una función esencial en los vehículos actuales, ya que se encarga de gestionar de forma eficiente la energía eléctrica del vehículo, permitiendo que los diferentes accesorios del vehículo funcionen cuando es necesario.

Gracias a la función del relé, se puede gestionar la energía del automóvil de forma eficiente, evitando un consumo excesivo de batería al mismo tiempo que se reduce el riesgo de sufrir averías por desgaste en los componentes electrónicos.

El relé, al actuar como un interruptor de corriente, no deja pasar la electricidad mientras se encuentre desactivado. De igual forma, al activarse, permite el paso de la corriente eléctrica y, a través de un circuito de alta intensidad, pueden funcionar diferentes accesorios del coche, como las luces, el claxon o el electroventilador.

Este componente une dos tipos de circuitos: uno de baja potencia con otro de alta. De esta forma evita que todos los elementos eléctricos estén continuamente demandando energía, lo que podría acarrear dos problemas principales:

• La demanda de electricidad demasiado alta: Si todos los componentes eléctricos funcionasen continuamente en el coche, obligaría a tener que generar una gran cantidad de electricidad.

• El sobrecalentamiento de la instalación eléctrica: Si los componentes que demandan más intensidad eléctrica estuviesen conectados todo el tiempo, la instalación podría sufrir un sobrecalentamiento a largo plazo. De ahí que los relés permitan cortar el paso de la electricidad para que esas piezas del coche «descansen», tal y como detallan desde RACE.

Cualquier sistema que utilice un motor eléctrico dentro del coche utiliza un relé distinto. Sin embargo, estos pueden encontrarse dentro de una pieza mecánica (como es el caso de los motores de arranque); así como cerca de la batería o en el interior del habitáculo.

Estos componentes se pueden distinguir ya que son de mayor tamaño que los fusibles (cuentan con un par de centímetros tanto de ancho como de alto) y su forma es similar a la de una caja con unos cuatro o cinco pines.

El precio de este elemento ronda entre los 5 y los 10 euros (además de la mano de obra).

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