DGT

Así pueden obtener el carné de conducir las personas con discapacidad

La pérdida de facultades físicas, ya sea por la edad o a causa de un accidente, puede limitar nuestra movilidad. No obstante, esto no significa que no se pueda volver a conducir un vehículo o que no se pueda realizar el examen para obtener el carné correspondiente. Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), en España hay más de 50.000 personas con diferentes discapacidades que tienen el permiso de clase B.

Esto se debe a que la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial garantiza la «igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal de las personas con discapacidad, especialmente en su calidad de conductores», lo que significa que aquellos que no reúnen todas las condiciones psicofísicas necesarias pueden suplir estas carencias con adaptaciones especiales en sus vehículos. En estos casos se debe realizar un proceso en el que se incluyen la elaboración de un examen médico, una prueba en pista y, por último, la búsqueda de un centro de formación con vehículos adaptados.

Tanto para las personas que desean acceder por primera vez al permiso de clase B como aquellas que necesitan adaptaciones para seguir conduciendo, se debe realizar previamente un examen físico en un centro de reconocimiento médico homologado (CRM). Dicho centro debe evaluar el tipo y grado de discapacidad del conductor, además de valorar las adaptaciones que serán necesarias en el vehículo.

Por lo general, las más recomendadas suelen ser las de accesibilidad al vehículo en las que se incluyen rampas, plataformas elevadoras y rebajes de piso para el acceso a sillas de ruedas y las adaptaciones de los controles manuales, donde se suplen algunas partes como los pedales. Esto se hace, por ejemplo, en el caso de que una persona tenga una parálisis total en su pierna derecha -utilizada para acelerar y frenar- en donde el CRM recomienda la instalación de ambos pedales en el lado de la pierna izquierda.

Una vez que el aspirante se haya puesto en contacto con la jefatura de Tráfico correspondiente se procede a realizar la prueba en pista, la cual se realiza fuera de circulación. Consiste en hacer un zigzag entre conos con una frenada de emergencia con el objetivo de comprobar la coordinación del conductor y valorar si las adaptaciones del vehículo son las adecuadas.

Una vez pasada la prueba se puede comenzar a preparar tanto el examen teórico como práctico en donde se debe localizar un centro que cuente con todos los medios necesarios para aquellas personas con discapacidades, ya que no todas las autoescuelas disponen de vehículos adaptados.

• Temas
• España
• Carnet de conducir
• Tráfico