Un local con una exquisita variedad de vinos espumosos en el centro de Valladolid

Son días de celebraciones llenos de brindis por el año que acaba y por la esperanza de que el que empieza sea mejor, si cabe. Es cierto, que la alegría y la buena compañía, son los elementos principales en un brindis, pero si la bebida que llena las copas nos deja sin habla será un buen presagio y hará la velada más amena.

De vino espumoso, cava y champán, Luca Pérez-Tabernero y Pablo Valdivielso, de AMA en la calle Calixto Fernández de la Torre de Valladolid, saben bastante. Una muestra de ello es la amplia variedad de espumosos que normalmente tienen en carta, que además han ampliado durante los festejos navideños.

Algunos vinos de los que traen durante estas fechas llegan para quedarse, como fue el caso de Chavost Brut Nature: «Es un champán con una viticultura biodinámica de pequeños productores, es una cooperativa y en este caso, no añaden sulfito en el producto. Es un champán muy directo que no recuerda a los champanes tradicionales mantequillosos o de bollería, sino que tiene un perfil mucho más fresco. Gustó y ahora está incorporado en la carta», cuenta Pablo.

A todo aquel vallisoletano que le apetezca probar sabores nuevos, este es uno de los lugares en el que existe una variedad razonable de vinos espumosos por copa en carta. Actualmente, tienen seis opciones diferentes: Mestres, que es la bodega con el primer sello de la D. O. Cava, un Corpinnat Llopart Brut Nature, un Pét-Nat del Penedès (La Palanca), un Albariño Brut Nature. También, un chardonnay Crémant de Borgoña, un champagne por copas Barón Fuente y en el vídeo faltaría uno de Alfredo Maestro, que se terminó en Nochebuena pero que no tardarán en reponer.

El precio de estos vinos oscilan entre los 3,80 y los 6,50 euros la copa y también se pueden adquirir por botella. «Buscamos la calidad-precio del producto», asegura Luca que asegura que sus vinos los van seleccionado en catas de distribuidos, a veces son los propios productores los que llegan a ellos, incluso recomendaciones de cosas interesante con métodos de elaboración sean lo más artesanales.

Si preguntamos por botellas, las opciones son interminables. Además en Navidad han escogido una selección de botellas de grandes productores reconocidos y champagnes de añada, parcelarios, es decir, cosas muy concretas, de las que han traído una, dos o tres botellas de cada referencia para estas fechas.

Es una carta premium en la que los precios oscilan desde los 70 hasta los 350 euros por botella y en la que van poniendo un punto rojo en cada referencia que se va terminando. Van desde un Thierry Fournier, a un De Sousa Cuvée Umami Grand Cru del 2012, pasando por referencias que no tardarán en desaparecer como son el Jacques Lassaigne Millésime de 2015, 2010 y 2009.

En este pequeño local del centro de Valladolid cuentan con muchos vinos diferentes tanto en tintos, blancos y espumosos. «Siempre tenemos más de ocho referencias de cada tipo de vino abierto y variamos mucho las zonas vinícolas», detalla Luca.

Ambos reconocen que el principio no fue fácil, porque el cliente estaba acostumbrado a pedir por denominación de origen. «Pide un Ribera o un Rueda y hemos ido explicando poco a poco al cliente que trabajamos con más denominaciones y con vinos desde Cádiz hasta la Borgoña francesa».

«Cada vez más clientes vienen a probar y hay muchos clientes que han probado algo y se han quedado ahí. O muchos clientes que aman el vino y te dicen: 'Tienes algo raro'», un juego que asegura Pablo les gusta mucho, con el objetivo de «traer cosas buenas e intentar no aburrir».

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