Té kombucha, estas son las personas que no deberían beberlo

Lo primero que debemos conocer es su elaboración, a partir de té endulzado que ha sido fermentado por una colonia simbiótica de bacterias y levadura llamada Scoby. Se caracteriza por tener un aspecto gelatinoso y se puede multiplicar indefinidamente si recibe alimentación. Estos microorganismos actúa sobre el té produciendo Co2, ácido acético y pequeñas cantidades de alcohol que dan lugar al sabor de la bebida, que puede recordar al vinagre de manzana o a alguna variedad de champán.

La higiene es importante con esta bebida, ya que el tipo de bacterias y hongos puede variar según el tipo de té que se utilice, el tiempo de fermentación y los microorganismos que haya presentes en la cocina a la hora de preparar la bebida. Por ello, su preparación y la conservación de la colonia requieren unas precauciones higiénicas especiales. Además, no es una bebida pasteurizada y no se debe consumir en altas cantidades, ni es recomendable para personas que tengan patologías intestinales o inmunológicas. Tampoco para mujeres embarazadas, lactantes o en niños menores de cinco años.

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Además está compuesta por una pequeña cantidad de alcohol, que tampoco hace que sea una buena opción para aquellas personas con problemas de alcoholismo o en fase de recuperación.