Todo lo que debes saber sobre la nueva Ley de Bienestar animal

Sin embargo, se trata de una iniciativa que entrará en vigor a medio gas. Entre otros aspectos, la contratación de un seguro de responsabilidad civil por parte de todas las personas propietarias de canes y la realización de un curso de formación para tener perros finalmente no será una realidad el próximo 29 de septiembre. El motivo se debe a que estos aspectos necesitan contar con un reglamento específico complementario que a día de hoy no existe, en donde se detallan todas sus características. No obstante, a pesar de que dos de los puntos más importantes de esta ley aún no se harán efectivos, conviene repasar los detalles más destacados que se llevarán a cabo teniendo en cuenta que en España existen actualmente 29 millones de mascotas, 9,3 millones de ellas perros según datos oficiales de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía.

Es una de las grandes cuestiones de propietarios y futuros dueños de canes. ¿Será obligatorio para todo el mundo una vez entre en vigor? La ley es muy clara y la respuesta es sí, pues tal y como recoge el BOE, el curso deberán tenerlo tanto aquellas personas «que opten a ser titulares de perros» como los que ya lo tienen. No obstante, existe una clara diferencia ya que los actuales propietarios dispondrán de dos años para completarlo mientras que los futuros dueños deberán tenerlo antes de adoptar o comprar un can.

Se trata de un proceso formativo que será válido de forma indefinida, es gratuito, podrá cursarse online descargando todos los documentos en el PC, y «su contenido se determinará reglamentariamente». A pesar de que aún no se ha detallado qué aspectos se revisarán en dicho curso, el objetivo principal es que el dueño del can tenga conocimientos básicos «en el manejo, cuidado y tenencia de animales». Además, aquellos que ya tengan perro «deberán realizar un test junto a su mascota para valorar su aptitud a la hora de desenvolverse en el ámbito social». Sin embargo, esta propuesta ha provocado discrepancias entre los veterinarios. En un comunicado realizado por la Organización Colegial Veterinaria (OCV), se señala que en estos cursos hay una «indefinición del perfil del personal que impartirá la formación en tenencia responsable de animales de compañía, labor en la que no menciona a los veterinarios», uno de los aspectos que tendrá que detallar el Ministerio de Derechos Sociales.

La idea de este punto de la ley es diseñar una póliza que todos propietarios de canes deberán pagar. El objetivo de este trámite es asegurarse de que los dueños cuenten con un seguro que pueda hacer frente a los daños que su mascota pueda ocasionar a terceros, ya sean materiales, si por ejemplo el perro rompe algún objeto ajeno, o físicos, en el caso de que pueda lesionar a otra persona o animal que tenga dueño. Además, conviene destacar que este seguro será válido tanto para el propietario como para un poseedor ocasional de un perro, un caso que puede darse cuando otra persona se encarga de cuidar y pasear al animal.

Actualmente, este seguro solo es obligatorio para aquellos dueños que poseen canes de raza catalogada como 'potencialmente peligrosa', y por ahora, seguirá siendo así el 29 de septiembre hasta que se realice el reglamento específico que afectará a los dueños de perros de cualquier tipo de raza. En cuanto al precio oscilará según la raza. La cantidad media se encuentra entre los 25 y 30 euros anuales mientras que en los potencialmente peligrosos, el precio será de 50 euros. Sin embargo, si al servicio se le añaden otros aspectos como la cobertura de accidentes, el precio puede ascender a los 100 euros y si se desean cubrir los gastos de veterinarios la cifra alcanza los 400 euros.

Desde el propio gobierno hasta protectoras de animales y veterinarios han criticado ciertos aspectos de la ley. Dos de los más polémicos son la prohibición del sacrificio de animales en clínicas veterinarias, centros de protección animal y en zoológicos y la exclusión de los perros de caza y de trabajo en la ley.

Tal y como se recoge en el BOE, el sacrificio animal estará prohibido en clínicas veterinarias, centros de protección animal y en zoológicos, por cuestiones económicas, falta de plazas, abandono del dueño, enfermedad o lesión con posibilidad de tratamiento. En este caso, la Organización Colegial Veterinaria (OCV) ha manifestado su desaprobación con esta medida ya que «este tenor literal sigue sin tener en cuenta las circunstancias económicas del dueño, que en caso de no poder afrontar ciertos tratamientos va a provocar un notable sufrimiento al animal, incluso aplicando medios paliativos».

La protectora vallisoletana 'Patitas Callejeras' corrobora este apunte de la OCV y asegura que esta medida «no está enfocada en que el animal no sufra» ya que con la nueva ley, muchos animales deberán estar sometidos a numerosos tratamientos que lo único que harán es «alargar su sufrimiento», un problema que puede ser mayor en el caso de que los propietarios del animal no puedan permitirse pagar todo ese proceso.

Con esta nueva iniciativa, el BOE recoge que solo se permitirá el sacrificio «por motivos de seguridad de las personas o animales o de existencia de riesgo para la salud pública debidamente justificado por la autoridad competente». En cuanto a la eutanasia, «solamente estará justificada bajo criterio y control veterinario con el único fin de evitar el sufrimiento por causas no recuperables que comprometa seriamente la calidad de vida del animal y que como tal ha de ser acreditado y certificado por profesional veterinario colegiado».

Una vez aprobada la ley, los perros de caza jugarán en otra liga distinta. Los cazadores no tendrán que cumplir los mismos requisitos que el resto de dueños de animales con esta nueva normativa, lo que significa que en el momento en que entre en vigor tanto el curso de formación, estos estarán exentos de realizarlo. Esto significa que a la hora de adiestrarlos y educarlos, los cazadores podrán utilizar los métodos que consideren oportunos. La protectora 'Patitas Callejeras' considera que esta nueva medida «no ayudará a todos los perros por igual» ya que no se ha tenido en cuenta a las razas de caza, razón por la que califican la ley como «incompleta».

En escasos días dejaremos de ver en las tiendas de animales a perros, gatos y hurones, ya que tanto su comercialización como su exhibición y exposición al público con fines comerciales estará prohibida. De hecho, en el BOE se recoge que estos animales «solo podrán venderse desde criadores registrados».

También dejaremos de ver a los animales en circos, atracciones de ferias y en general cualquier tipo de espectáculo cara al público. Además, el BOE recoge que aquellos que «utilicen animales silvestres en cautividad, dispondrán de un plazo de seis meses desde la entrada en vigor de esta ley para modificar su actividad y, en su caso, poner en conocimiento de la autoridad competente las especies y número de animales silvestres en cautividad que obran en su poder».

Otro aspecto importante a destacar sobre esta nueva ley, es el tiempo que se podrá dejar solo a un animal doméstico. El BOE afirma que estará prohibido dejar «sin supervisión a cualquier animal de compañía durante más de tres días consecutivos» y en el caso de la especie canina, «este plazo no podrá ser superior a veinticuatro horas consecutivas».