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La Nochevieja está llena de magia y nos invita a comenzar con optimismo el nuevo año. Para ello, es fundamental disfrutar de una deliciosa cena con familiares y amigos además de celebrarlo con una gran fiesta para los más marchosos. Sin embargo, a pesar ... de que estamos ya acostumbrados a las habituales tradiciones durante la noche del 31 de diciembre, ya sea tomar las doce uvas, vestir con alguna prenda de color rojo o ver por la televisión a las diferentes cadenas retransmitir las campanadas, es probable que desconozcas su origen.
Si pensamos en la Nochevieja, una de las primeras cosas que se nos viene a la cabeza son las uvas. Es lógico teniendo en cuenta que millones de españoles nos quedamos sentados frente al televisor esperando a que la campana comience a sonar hasta doce veces para dar la bienvenida al nuevo año. Pero ¿de dónde viene esta costumbre?
Aunque existen numerosas teorías, la más sonada por todos es debido a que esta fruta «tradicionalmente se ha asociado a la buena suerte y a la positividad o la espiritualidad» afirman en un reportaje publicado por la revista digital de National Geographic, lo que explica por qué para tener buena suerte durante los doce meses del año, se deben tomar doce uvas.
Sin embargo, existen otras dos teorías con respecto a esta tradición. El periodista estadounidense Jeff Koehler, autor de numerosos escritos relacionados con la historia y tradiciones de nuestro país, las explica en su libro 'España'. La primera de ellas data del año 1880 en Madrid, y nace como símbolo de burla y sátira a la burguesía francesa, quienes hacían fiesta privadas en donde abundaba el champán y las uvas como acompañamiento, una fruta que en aquella época era difícil de conseguir y muy costosa debido a su escasa producción. A modo de imitación, un grupo de burgueses madrileños se reunieron en una casa durante la Nochevieja para cenar y tomarse las doce uvas al son de las campanadas en la famosa plaza de Madrid.
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La otra teoría afirma que la relación de las uvas con las Nochevieja se encuentra en el año 1909 a causa de un excedente de la cosecha de vid en Alicante, el cual, provocó que se intentaran incrementar las ventas con una gran campaña navideña en donde se invitaba a la gente a comer esta fruta con el objetivo de tener buena suerte.
En 1962 los españoles pudieron tomarse las primeras uvas con imagen y sonido. Fue a través de Televisión Española, pues por aquel entonces en el país solo existían dos cadenas de televisión pública. En aquella prehistórica retransmisión, se usó una cámara fija que enfocaba el reloj de la Puerta del Sol (Madrid) mientras un locutor, en este caso el famoso Matías Prats (padre), narraba aquel emocionante momento.
Habría que esperar hasta el año 1991 para que el cómico dúo Martes y Trece apareciese en Televisión Española delante de las cámaras y en directo para retransmitir las campanadas de Nochevieja. Un año antes, la cadena de televisión Antena 3 fue la primera en optar por poner a un presentador en pantalla. En aquella primera ocasión, la elegida fue Mayra Gómez Kemp, quien se encargó de presentar la retransmisión en un estudio a medio construir.
Muchos asocian el color rojo a la figura de Papá Noel, un imprescindible en estas fechas. Sin embargo, durante la Nochevieja, también es tradición vestir con ropa de este color. La explicación de esta vieja costumbre se remonta a varios siglos atrás, hasta la Edad Media, una época en donde la iglesia tenía una enorme influencia. De hecho, por aquel entonces el rojo se relacionaba al demonio y a la brujería, razón por la que se prohibió usar ropa de dicho color.
No obstante, la pasión, el amor y la buena suerte se empezaron a vincular también con el rojo, motivo por el que mucha gente deseaba llevar alguna prenda de este color durante el invierno y, sobre todo, en navidad. Como no estaba permitido vestirlo en público, muchos optaron por ponerse ropa interior roja para que nadie la pudiese ver, una tradición que, a día de hoy, muchos aún mantienen.
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