Cuatro consejos sencillos para cortar la cebolla sin llorar

Diego Fernández

Valladolid

Martes, 30 de enero 2024, 17:21

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Cortar una cebolla y que no te lloren los ojos es posiblemente uno de los retos más complicados en el mundo de la cocina. Con el paso del tiempo, uno de los grandes objetivos en el mundo de la gastronomía ha sido encontrar el truco perfecto que permita disfrutar del proceso de cocinado sin que este alimento nos haga 'emocionarnos' y tener que frotarnos los ojos constantemente.

Enfriar la cebolla, utilizar gafas o usar un cuchillo muy afilado son algunos de los consejos que aparecen habitualmente en el mundo de las redes sociales e internet, e incluso por recomendación propia de grandes cocineros como Gordon Ramsey.

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Todo depende en gran medida de cómo puede afectar la cebolla a los cocineros. Hay algunos que con el paso del tiempo se acostumbran y no les supone ningún problema al momento de cortarla. Otros han intentado poner tierra de por medio con diferentes trucos y tal vez ninguno de ellos les haya funcionado. A continuación, indicamos algunos de los consejos más virales para no llorar nunca más a la hora de cortar cebollas:

Condecorado con 17 estrellas Michelin, Gordom Ramsey es toda una leyenda de la cocina, así que conviene tomar nota de su consejo para estos casos. En su canal de cocina en Youtube, asegura que un sencillo truco para no llorar con las cebollas es evitar no cortar la raíz ni la parte de la cebolla inmediatamente próxima a ella, pues es donde más compuestos irritantes se concentran. Si estas parte se cortan, dichos compuestos se liberan y rápidamente irritan los ojos, provocando un mar de lágrimas en la cocina. En el siguiente vídeo, el cocinero Escocés indica la mejor manera de cortarla:

Aunque pueda sonar extraño, enfriar nuestra cebolla en el congelador entre 15 y 20 minutos antes de cortarla es un truco muy sencillo y eficaz para evitar una buena llorera. Esto se debe a que el frío inhibe la liberación de los compuestos sulfurados que causan esa irritación ocular tan molesta, lo que significa que si el alimento está muy frío, los compuestos no afectarán a nuestros ojos.

En realidad, los cocineros profesionales siempre recomiendan que nuestros cuchillos estén bien afilados a la hora de cocinar, pues facilita el trabajo y no estropea la comida. En el caso de las cebollas, esto no es una excepción, ya que si nuestro utensilio apenas tiene filo, en vez de cortar irá aplastando las células de la cebolla a su paso y hará que se liberen más cantidad de sustancias causantes de la irritación.

Se trata de un truco similar al del congelador, aunque de esta forma, se cortará más fácil. Se trata de colocar la cebolla en remojo en agua fría antes de cortarla, entre 20 y 25 minutos, con el objetivo de que compuesto que irritan los ojos como el óxido de sinpropano-S sea menos volátil.