Trucos y curiosidades

Seis métodos caseros para secar la ropa en invierno

La falta de horas de luz solar, ya que anochece excesivamente temprano, el aumento de la humedad y los días de mal tiempo que se van sumando son algunos de los factores que impiden un secado rápido, llegando a acumular mucha ropa por lavar. Además, aquellas personas que vivan en apartamentos pequeños sabrán que encontrar espacios para tender las prendas en interior es tarea complicada, por lo que todo se complica un poco más.

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No todo el mundo dispone del espacio y dinero para adquirir una secadora. Por este motivo, en el truco de hoy se mostrarán varios métodos caseros para secar la ropa durante los meses de invierno, pudiendo recurrir a ellos durante otras épocas del año en las que las inclemencias del tiempo no permitan tender en el exterior bajo la luz del sol.

Una forma de quitar humedad a los tejidos es apurando los tiempos de centrifugado o directamente activar este modo en la lavadora durante unos minutos. El rápido movimiento hará que el agua sea expulsada de las diferentes capas de los tejidos, acelerando mucho el proceso de secado. Hay prendas que por el contrario no deberían pasar por este proceso, como camisas o sábanas, ya que favorece la aparición de arrugas.

Los tendederos de interior son un gran recurso, pero rara vez se optimiza su uso al máximo. Esta opción es muy buena para prendas de menor tamaño, como la ropa interior. El truco está en disponer dichas prendas de forma estiradas sobre la superficie, no hacia abajo colgadas de los listones del tendedero. Lo que se consigue es favorecer el secado al permitir que el aire que sube desde abajo de directo a todas las partes de la pieza de ropa, no dando opción a que se queden húmedas por alguna zona.

Si bien los radiadores son unos de los mejores aparatos a la hora de ayudar con el secado de la ropa, lo cierto es que en muchas ocasiones se hace de forma equivocada. No hay que dejar la ropa directamente encima, sino mantener las prendas cerca sin que entren en contacto con el radiador. Así el aire caliente atravesará la ropa y esta se secará más rápido, mientras que dejándola encima lo que se conseguirá es una humedad general que ralentizará la tarea.

Este es un gran truco para secar prendas de lana con mucha humedad. Solo se necesita una toalla con la que envolver la ropa y fuerza para apretar ambos extremos. La presión ejercida sobre la lana hará que expulse el líquido y la propia toalla será la encargada de absorberlo.

En ocasiones las prisas hacen que las tareas más sencillas se vuelvan complicadas, también en el caso de secar la ropa en invierno. Es necesario que la posición de las prendas sea la idónea, estirando bien cada una de ellas, evitando arrugas o dobleces. Claros ejemplos son los calcetines o los gorros de las sudaderas, que son difíciles de secar si no se desenvuelven bien.

Una gran idea es posicionar el tendedero cerca de una ventana abierta durante unos minutos. No hay que abusar, ya que se perderá temperatura en la casa, pero es una forma de acelerar el secado de la ropa. No será recomendable cuando esté lloviendo fuera, ya que entrará más humedad. También se pueden recurrir a las corrientes habituales de la casa, aquellos lugares por los que el aire fluya un poco más.