Trucos y curiosidades

Cuatro consejos para freír un huevo sin que el aceite salpique

Al mezclarse el agua de la yema con el aceite caliente, esta se evapora y sale de la sartén, motivo por el que salpica durante el proceso de cocinado

Diego Fernández

Valladolid

Lunes, 5 de febrero 2024, 20:22

Los huevos fritos son sin duda uno de los platos más típicos de la gastronomía española. Además de estar deliciosos y de poder hacer un montón de recetas con ellos, son muy sencillos de hacer. Sin embargo, el miedo de muchos cocineros, sobre todo aquellos ... noveles, es que el aceite salpique y dañe las manos o brazos, pues esto ocurre con facilidad cuando se introduce el huevo con el aceite ya caliente.

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La razón por la que esto sucede se debe a la yema, pues esta tiene agua que, al mezclarse con el aceite caliente, se evapora y sale de la sartén, llevándose consigo una parte del aceite. En ese momento, es cuando se producen las temidas salpicaduras de aceite, que pueden quemarnos durante unos segundos la piel y hacer que la elaboración de unos deliciosos huevos fritos suponga todo un reto.

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    Echa sal en el aceite antes de freír el huevo

Pese a que muchos puedan pensar lo contrario, echar sal en el aceite ayuda a evitar que, una vez vertido el huevo sobre la sartén, este no nos salpique. Esto se debe a que la sal ayuda a absorber la humedad de los alimentos y evita que la misma salpique al entrar en contacto con el aceite. Sin embargo, solo se debe poner un poco y hacerlo cuando el aceite esté muy caliente, justo cuando empiece a burbujear.

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    Harina en el aceite

Se trata de un truco similar pero que sustituye la sal por harina. Cuando el aceite esté muy caliente, simplemente se debe esparcir un poco de harina por la sartén y a continuación, poner el huevo. Al igual que con la sal, esta absorbe la humedad y evita que el aceite salpique.

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    Empieza a freír con una temperatura más baja

Para este truco la paciencia es fundamental y va destinado sobre todo a aquellos que están comenzando en el mundo de la cocina. Se trata de comenzar a freír el huevo a una temperatura algo más baja, con el objetivo de que al ponerlo en la sartén con el aceite caliente, este no nos salpique tran bruscamente. Poco a poco se puede ir regulando la temperatura durante el cocinado.

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    Comprueba que no haya cáscaras en la sartén

Cuando se rompe la cáscara del huevo, puede darse el caso de que pequeños trozos acaben dentro de la yema. En el momento de ponerlo sobre el aceite caliente, estos saltan de inmediato y pueden hacernos daño en la piel, lo que significa que es importante observar que no haya ningún trozo de cáscara en el huevo antes de comenzar a freírlo.

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