Alumnos cogiendo un autobús escolar. Antonio de Torre
DGT

Consejos para evitar riesgos a los estudiantes que utilizan autobús escolar

Las aglomeraciones y querer salir rápidamente del vehículo supone un peligro entre otros para los menores

El Norte

Valladolid

Martes, 30 de abril 2024, 14:49

La Dirección General de Tráfico (DGT) ya venía avisando acerca de los autobuses escolares y sus respectivos conductores con un: «hay que tener precaución». Esta vez el aviso lo hace la Policía Municipal de Valladolid, y no precisamente a quienes están al mando de este tipo de vehículos, si no a los usuarios, los niños. Son muchos los peligros y las precauciones que se toman para que los autobuses que hacen recorridos por los diferentes colegios de la ciudad lleguen de una manera segura. Sin embargo, los niños también tienen un papel muy importante a la hora de evitar riesgos en la circulación.

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«¡Padres y madres! Asegúrense de que sus hijos estén familiarizados con las normas de comportamiento y seguridad en el autobús. La cooperación de todos es clave para un viaje escolar sin contratiempos», informaba la Policía Municipal a través de sus redes sociales. Si hay aviso es porque existe peligro y es por ello que se hay una series de normas que a veces se dan por entendidas pero que en muchas situaciones los escolares pasan por alto para tomar un camino más rápido. Pero para tener esto en cuenta hay que empezar por el principio.

Ocho normas para un peligro

Lo primero que se recomienda para los menores que utilizan este medio de transporte es asegurarse de que el autobús se mantiene parado completamente en la parada que tiene habilitada y que posteriormente les abran la puerta para acceder al interior del vehículo. Una norma básica y sencilla pero que a muchos de ellos en algún momento les ha supuesto un peligro a la hora de acercarse al autobús en una zona donde no estaba habilitada su parada. Esta norma viene de la mano con la de sentarse en el sitio que le ha asignado el tutor correspondiente (si es que hubiese uno en ese caso), y de no ser así, ubicarse en el asiento que el alumno haya elegido. Y lo más importante, siempre llevar puesto el cinturón de seguridad, otra de las normas que se pasa por alto por pereza o simplemente por propio olvido de los escolares.

Hacer caso a las indicaciones de los profesores es algo crucial, así como de los tutores que vayan a acompañar a los alumnos a lo largo del viaje. Una tarea que depende de dos pero que sin una colaboración conjunta un resultado óptimo no puede salir adelante. El conductor es otro de los personajes importantes en el desarrollo de esta historia. Es importante no distraearlo, y que esté totalmente concentrado en su labor de conducción. Hablar alto, gritar, canturrear o simplemente levantarse a hacerle una pregunta puede suponer un motivo de desconcentración al volante, y por tanto, un peligro para el resto. En caso de que los escolares tengan alguna duda se recomienda que consulten siempre a sus profesores para evitar cualquier tipo de riesgo.

Las aglomeraciones y el querer salir rápidamente supone un peligro para los escolares

No interrumpir al conductor está en una norma básica no escrita en los manuales, al igual que la de no levantarse del asiento hasta que el autobús esté totalmente parado. La tentación de lavantarse a hablar con otro compañero puede ser alta, pero también la de caerse y poder causar un daño mayor por lo que permanecer en el asiento hasta el final del trayecto es una norma primordial para cualquier usuario del autobús. Otra de las medidas que la policía valora para advertir a los padres es a la hora de bajada del vehículo.

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Las aglomeraciones y el querer salir todos a la vez del vehículo puede ser otra alarma de peligro para los niños. Es por eso que salir de uno en uno y por el lado de la acera es crucial para facilitar el trabajo al resto de escolares. A esto se le añade el salir sin empujones y sin jugar cerca del autobús algo que es una completa tentativa para muchos. Y una vez fuera del autobús, procurar no cruzarte por delante ni por detrás del autobús. Se recomienda en esos casos hacerlo en sitios habilitados como los pasos de cebra o por cualquier otra señalización específica en la vía para este tipo de casos.

Y es que como última medida ya solo queda leer los sistemas de emergencia por si en alguna circunstancia extrema hiciese falta hacer uso de ese tipo de material. Tanto la Policía Municipal como la DGT lleva a cabo campañas de vigilancia y control sobre el transporte escolar y de menores para asegurarase que tanto conductores como viajeros cumplen con las normas establecidas correctamente.

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