Las denuncias por conducir bajo efecto de las drogas se duplican en un año

La disminución de las multas de tráfico es un hito en Segovia, ya que desde el estallido de la pandemia no se alcanzaban cifras tan bajas. Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sacaron su libreta sancionadora en 50.800 ocasiones el año pasado, lo que se traduce en un 20% menos en comparación con 2022. La diferencia con 2021 es aún más pronunciada, pues se superó la barrera de las 71.000.

No obstante, queda algo lejos de 2020, cuando se contabilizaron 45.000 infracciones cometidas en la red viaria provincial, pero la comparativa es relevante, ya que hace cuatro años había restricciones a la circulación como medida frente a la covid. Por tanto, el descenso de incumplimientos del último año ha sido pronunciado. Aun así, el recuento total todavía arroja resultados que ponen en alerta a la Dirección General de Tráfico (DGT).

Hay distintas tipologías de infracciones y penalizaciones, desde leves y administrativas hasta muy graves, que acarrean una pérdida de puntos del carné e incluso conllevan una responsabilidad penal. En Segovia, los comportamientos ilícitos al volante que «afectan gravemente a la seguridad vial» se han incrementado de manera «significativa», explica el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor.

Estos vienen de la mano del consumo de sustancias estupefacientes, la conducción temeraria o el incumplimiento de la prohibición que marca un semáforo en rojo, al pasar de 40 a 1.629 multas en doce meses, según los datos facilitados por la jefatura segoviana. Este aluvión se explica por la instalación de un control foto rojo en la N-VI de San Rafael, en El Espinar, lo que provocó gran malestar entre los usuarios 'cazados'. Las denuncias por saltarse un ceda al paso o una señal de 'stop' decrecieron ligeramente.

Son muchas campañas las que se han realizado para sensibilizar sobre estos riesgos en 2023. Sobresale un operativo para la vigilancia del uso del cinturón y sistemas de retención infantil (SRI), que se saldó con numerosas sanciones: más de 1.700. Pastor asegura que este conjunto de infracciones son determinantes en el balance final de vidas segadas por el asfalto.

Lo mismo sucede con las personas que han sido multadas por conducir bajo los efectos de las drogas, que se han duplicado en tan solo un año. Han pasado desde las 252 en 2022 hasta las 628, cuando en 2020 ni conseguían rebasar las 148. Las sustancias narcóticas están detrás de una denuncia cada 14 horas. Las que se formularon por este motivo incluso estuvieron a punto de igualar a las que se emitieron por dar positivo en el control de alcoholemia.

Según Pastor, la tasa de positivos por estupefacientes es «muy alta» porque los exámenes que se realizan en la red viaria son «más selectivos». Las pruebas por consumo de bebidas alcohólicas en carretera son, por el contrario, «más aleatorios». Pese a ello, la cifra de conductores ebrios también ha crecido exponencialmente desde la pandemia, al pasar de los 272 hasta los 678.

Ambos tipos de infracción conllevan una multa de entre 500 y 1.000 euros, lo que implica a su vez la retirada de cuatro a seis puntos. La pena se agrava hasta un año de prisión si el sujeto se niega a someterse a estos controles. En la provincia, hubo tres personas que se enfrentaron a este castigo en 2023. También hubo más de un centenar de sanciones por desobediencia a los agentes.

La conducción temeraria, que pone en riesgo la integridad física de los ocupantes del vehículo y del resto de ciudadanos, superó por primera vez la barrera de las 92 denuncias. Algunas de ellas se tramitaron por circular en sentido contrario. Es el caso de dos camioneros que condujeron su vehículo articulado en dirección opuesta en la A-601 o AP-6, además de un hombre de 82 años, que se dio la vuelta al llegar al peaje de Sanchidrián.

Son más habituales los expedientes abiertos por conducción negligente, es decir, cuando el conductor no presta atención a la carretera. Este factor de distracción, junto al exceso de velocidad, es la combinación que «causa más accidentes» en la red viaria provincial, explica el jefe de Tráfico. Sin embargo, un aspecto positivo del balance anual de infracciones es que los radares han tenido menos trabajo que en anteriores ocasiones.

Si circular por encima de los límites de velocidad acaparaba el 70% de las denuncias totales en 2022, ahora constituyen el 57%. Las cámaras se han activado 30.900 veces para captar las matrículas de vehículos segovianos, el menor dato del último lustro, incluso por debajo de 2020.

No ha corrido la misma suerte el amplio catálogo de comportamientos indebidos al volante. Las denuncias por usar el móvil siguen sin tocar techo al sobrepasar las 800, del mismo modo que las que las relativas a los adelantamientos y alumbrado. Las multas por utilizar auriculares se estabilizan.