Estos son los alimentos que debes evitar antes de un viaje, según la DGT

La Dirección General de Tráfico (DGT) recuerda que la conducción requiere de los cinco sentidos, estar en constante vigilancia y concentración sin apartar la mirada de la carretera es necesario para que no se produzca ningún imprevisto. Para disfrutar de un viaje cómodo, sin alteraciones en el estómago que hagan que el trayecto se haga eterno e irritante, es conveniente tener en cuenta lo que se come antes de emprender un viaje. Las comidas copiosas y el alcohol son factores de riesgo que influyen en la conducción, hacen que aumente la fatiga y sueño al volante.

Una inadecuada alimentación favorece la somnolencia, afecta a la capacidad de reacción, provoca molestias digestivas como ardores, pesadez, flatulencias, náuseas o vómitos y da origen a otros síntomas como sudores, mareos o dolor de cabeza. El viaje que, a priori, debería ser tranquilo, sin alteraciones, puede tornarse en una pesadilla debido a los alimentos que hemos ingerido. Es por ello que la Dirección General de Tráfico ha creado una lista con una serie de alimentos que se deben evitar antes de emprender un viaje para que la conducción sea cómoda. Aunque es importante recalcar que viajar con el estómago vacío también es perjudicial, ya que provocará que la atención y la seguridad al volante disminuyan.

La creencia popular reside en que un vaso de café hará que espabilen los sentidos, combate la fatiga y ayuda a restablecer la lucidez. Pasamos de estar cansados a mantener los ojos como platos o al menos, con mayor atención y se está en lo cierto, pero la cafeína no permanece en el organismo de forma eterna, a las dos horas y media deja de hacer efecto y esto hará que se reduzca el tiempo de reacción. Cuando emerge de nuevo la fatiga, es el momento de parar y descansar.

No hay que apostar todo al café, té o bebidas con cafeína, para una conducción cómoda, dormir siete o más horas hará que el cuerpo este descansado y con energía.

Puede ser una de las alternativas favoritas para matar el hambre o picotear algo rápido antes de ponerse frente al volante, pero tiene varios efectos negativos que afectan a la conducción. Al ser un alimento salado, te motivará a beber agua para saciar la sed. Además, la digestión es lenta lo que hace que emerja la sensación de sueño y pesadez en el estómago.

Normalmente en invierno, si se desea emprender un viaje largo por la mañana se opta por desayunar un vaso caliente con cereales o magdalenas. Pero detrás de este sabroso y sencillo desayuno se esconden grasas que provocan alteraciones en el estómago como la acidez o la somnolencia. No solo la leche favorece estos síntomas, sino cualquier bebida caliente.

Se podría elaborar una lista con las múltiples propiedades y beneficios de cada uno de estos alimentos, pero no por ello quiere decir que sean óptimos para conducir. La cebolla, tomate, salsa de tomate y frutas cítricas como naranjas o toronjas favorecen la acidez de estómago. El esófago no está preparado para soportar el nivel de acidez del ácido clorhídrico que produce estos alimentos, generando sensación de quemazón. El dolor aumenta cuando el cuerpo se flexiona o se inclina hacia adelante mientras se está conduciendo.

Se trata de alimentos que hacen que el diafragma se desplace hacia arriba, comprimiendo la región mediastínica, originando flatulencias. Los garbanzos, alubias, lentejas, brócoli, cebolla cruda, col, col rizada, coliflor, coles de Bruselas, espárragos, ajo crudo, pepinos y rábanos generan gases. Los síntomas que se pueden presenciar son los siguientes: aumento visible del tamaño del abdomen, calambres, dolor o sensación de nudo en el abdomen y sensación de presión en el abdomen.

No resulta buena idea abusar de los alimentos con especias o picante, ya que el estómago lo notará. El consumo excesivo de comidas picantes pueden perjudicar a la mucosa del tracto gastrointestinal provocando náuseas, vómitos, dolor abdominal, sudores o diarrea. Este tipo de alimentos irritan el estómago y aumenta la accidez. De nuevo, el conductor deseará llegar al destino con la mayor brevedad posible, los dolores hacen que el trayecto se convierta en un calvario.

Dejando atrás las comidas copiosas, trataremos de consumir una alimentación ligera y equilibrada para mantener una buena conducción sin que sea interrumpida por los dolores intestinales. Para los entrantes, la DGT recomienda consumir hortalizas, verduras o sopas sin exceso de grasas. La mejor alternativa es una ensalada sin abusar del aceite y el vinagre, aunque hay que controlar que las calorías no jueguen una mala pasada.

Para el segundo plato es aconsejable consumir carnes a la plancha, parrilla u horno con poca salsa y sin exceso de grasa, mientras que también se puede optar por una ración moderada de pescado blanco como son las merluzas, el rape, el bacalao, la lubina, el besugo o el rodaballo. Y en cuanto a postres, se aconseja las frutas, desechando la pastelería y bollería.

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