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Por qué abrir ligeramente la ventanilla del coche puede llegar a salvar vidas

Imagine la situación: Un automóvil sumergido bajo el agua. La diferencia de presión con las ventanillas subidas puede hacer que sea prácticamente imposible abrir las puertas o romper el cristal, ya que el automóvil ha quedado completamente hermético. El escenario, además de aterrador, puede que sea en cierto modo irreal. Sin embargo, es uno de los diferentes ejemplos por los que, de acuerdo con Dominic Wyatt, experto en motores de la 'International Drivers Association'.

De acuerdo con Wyatt, existen diferentes ventajas que este simple gesto puede llegar a aportar al conductor. «El efecto es doble. El aire fresco aumenta el estado de alerta, lo que puede reducir el riesgo de accidente en primer lugar y, si la situación es grave, una ventana abierta puede ser una ruta de escape». Desde la 'International Drivers Association' afirman que «las ventanas de cristal no siempre se rompen en caso de colisión y pueden convertirse en un pasaje salvavidas hacia el exterior». Sin embargo, no todo son ventajas a este respecto, ya que existen otros puntos en contra, como el llamado 'efecto helicóptero'. Ante esto, el conductor, bajo su propio criterio, sopesará qué es preferible con el fin de llevar a cabo una conducción lo más segura y evitando distracciones.

Dejando de lado los escenarios de colisión, existe otro aspecto a considerar de menos gravedad pero no menos influyente. Se trata de la regulación de temperatura. «Un automóvil bien cerrado puede convertirse rápidamente en un invernadero con la exposición al sol, incluso en climas más fríos», declara Dominic Wyatt. «El aire caliente atrapado puede alcanzar niveles peligrosos, provocando riesgos de insolación o pérdida del conocimiento. Una ventana ligeramente abierta, por tanto, puede ayudar a mantener el automóvil fresco».

De manera similar, el aire fresco que fluye dentro del automóvil reduce el riesgo de inhalar sustancias químicas nocivas liberadas por los componentes plásticos calentados por dentro del automóvil, un fenómeno conocido como liberación de gases. «Se trata de un riesgo lento, casi invisible, que hace que las ventanas ligeramente abiertas sean aún más importantes», detallan desde la 'International Drivers Association'.

Además de todo lo anteriormente mencionado, la comodidad es otro motivo de peso. «Sentirse claustrofóbico o ansioso en un vehículo puede ser un motivo de distracción grave para ciertas personas», ante esto, mantener las ventanas abiertas puede ser de ayuda.

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