Guía imprescindible para conocer la Semana Santa de Valladolid

La Semana Santa de Valladolid está formada por un total de 20 cofradías. La más antigua de todas es la Penitencial de la Santa Vera-Cruz, cuya fundación data de 1498. En el siglo XVI nacen Nuestra Señora de las Angustias, la Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad, la Penitencial de la Sagrada Pasión de Cristo y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Estas cinco hermandades, por sus siglos de vida, son conocidas como las históricas de Valladolid. La segunda más antigua, fuera de este club de los cinco, es la Orden Franciscana Seglar, cuyo nacimiento se fecha a finales del siglo XV. Durante el siglo XX aparecieron en Valladolid trece cofradías más. La más joven de todas, que data de 2011, completa la veintena.

La Semana Santa de Valladolid de 2022 cuenta con un total de 39 procesiones. No todas se reparten por igual y así como hay días donde solo hay una salida, el Jueves Santo saca a los cofrades en quince ocasiones. El Viernes Santo es el día con más hermandades en la calle, gracias a la procesión de la Sagrada Pasión del Redentor, conocida como La General, y donde se dan cita todas las cofradías. Esta procesión también es la que congrega a más pasos -45-. También hay cofradías que procesionan más que otras, la de la Vera Cruz y la de las Siete Palabras lo hacen hasta en cinco ocasiones. Son las que más procesionan.

La Semana Santa de Valladolid reúne a 64 pasos y algunas de las imágenes recorren las calles de la ciudad en más de una ocasión. Si tenemos en cuenta estas figuras que se repiten, durante las diez jornadas que dura la celebración procesionan 107 pasos. De todos ellos, 71 son empujados a ruedas y 36 son portados a hombros. Si tenemos en cuenta que algunos pasos son conjuntos procesionales -están formados por varias figuras- suman 137 esculturas en los 64 pasos. Podemos ser incluso más concretos. De todos los pasos, 32 son de Cristo, nueve de la Virgen, 19 son conjuntos y cuatro no se pueden catalogar en una de estas categorías. Además, hay 34 pasos que solo procesionan una vez, 20 en dos, siete en tres y solo tres procesionan en cuatro ocasiones.

Otro de los aspectos más conocidos de la Semana Santa vallisoletana es que no todos los pasos son propiedad de las cofradías. Solo 34 pertenecen a las hermandades, mientras que diez son propiedad del Museo Nacional de Escultura y 20 son cedidos por parroquias, iglesias y conventos. Antes del comienzo de la Semana Santa, las piezas que pertenecen al museo se trasladan a las sedes canónicas y son vigiladas con especial atención por parte de los trabajadores de la sala de exposiciones.

La Semana Santa de Valladolid no se entiende sin los imagineros, las personas que tallaron las obras de arte que procesionan por la ciudad. Los nombres más importantes son tres, Gregorio Fernández, Juan de Juni y Francisco del Rincón, a quienes se deben la mayoría de las figuras que procesionan en Valladolid. Gregorio Fernández es autor del Santísimo Cristo de la Luz, del Consuelo o el Señor Atado a la Columna. También de La Quinta Angustia o Nuestra Señora de la Vera Cruz. Juan de Juni es el imaginero creador de Nuestra Señora de las Angustias o el Entierro de Cristo. Auténticas obras de arte con siglos de historia que se pasean durante diez días por las calles vallisoletanas.

Ya conocemos que la Semana Santa de Valladolid la componen 20 cofradías, pero solo existen 18 sedes canónicas; la iglesia o convento donde se guarda la imagen para su adoración. Es decir, existen agrupaciones que comparten esta sede. La iglesia de San Martín es uno de estos templos que acoge a más de una cofradía. En concreto a la Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad y al Santísimo Cristo Jesús de Medinaceli, Nuestra Señora de la Divina Misericordia y Discípulo Amado. La cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz y la Hermandad del Santo Cristo de los Artilleros también comparten sede canónica, en la iglesia penitencial de la Vera Cruz. También se ponen de acuerdo para procesionar una misma imagen, el 'Ecce Homo' de Gregorio Fernández.

Una de las tradiciones de la Semana Santa la encontramos durante el Jueves Santo, cuando la costumbre dice que se debe visitar siete iglesias y orar frente los pasos de las cofradías. Recordamos que esta jornada es la que más salidas tiene organizadas en toda la semana, un total de quince. Por eso, se debe priorizar acudir por la mañana para no encontrar el templo vacío y las tallas de procesión.

Una de las grandes señas de identidad de la Semana Santa de Valladolid, y de Castilla y León en general, es el silencio. Al escritor Miguel Delibes se le atribuye la frase que define esta característica como «un silencio espeso, sombrío y doliente que encubre y arropa una honda emoción popular. En la Semana Santa castellana no tienen sitio la algarabía y la estridencia». Las bandas de las hermandades son las que rompen un silencio que cobra especial importancia en la procesión del Santo Entierro de Cristo, donde los largos trajes de los cofrades, coloquialmente llamados barrenderos, también lo rompen con el arrastre de sus túnicas.

La Semana Santa de Valladolid se suele relacionar con la lluvia y las injerencias climáticas. Pero podemos tratar esto como un mito. Si tomamos como referencia el histórico desde 1920, se han programado un total de 1.821 procesiones en los últimos cien años. De ese número, se han celebrado 1.590 y solo 144 se han tenido que suspender. Un 7,9% del total. La situación de estos últimos años ha sido diferente y, sumado al parón por la pandemia, existen procesiones que no salen desde 2017. Estas son la de regla de la Vera Cruz, la titular de la cofradía del Descendimiento, la procesión del 'Verum Corpus' y la de regla de la ilustre cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias. En 2019, último año con una Semana Santa en normalidad, se suspendieron siete procesiones de 35 que estaban programadas.

Las celebraciones de la Semana Santa y Pascua, además de contar con numerosos ritos religiosos, también están acompañados de tradiciones gastronómicas. Dulces y postres típicos de estas fechas que se pueden encontrar en muchas pastelerías de la ciudad. El postre por antonomasia son las torrijas, pero también podemos encontrar otras nuevas, como los buñuelos y las rosquillas fritas de anís, muy típicas de Castilla y León. Otro de los postres más conocidos son las flores extremeñas, o flores de carnaval.