Instalación de placas fotovoltaicas en Valverde del Majano, con Segovia capital al fondo. Óscar Costa

Voces contrarias a un proyecto que ocupará el equivalente a 1.400 campos de fútbol

Provincia ·

SOS Campiña Segoviana advierte de otra gran instalación fotovoltaica, independiente del proyecto 'El Otero', que afecta a ocho pueblos

Mónica Rico

Segovia

Domingo, 23 de abril 2023, 08:08

Impactos sobre el paisaje, la biodiversidad y las poblaciones rurales son algunos de los argumentos que los grupos ecologistas exponen contra los grandes proyectos de plantas solares fotovoltaicas. En el caso de la provincia de Segovia destaca el papel del grupo SOS Campiña Segoviana, cuya ... postura es clara. «Estamos a favor de la progresiva descarbonización y creemos necesaria una transición energética, pero abogamos por el autoconsumo particular o en comunidades energéticas. Es decir, entre varios pueblos que, entonces sí, serviría para abastecerlos», afirman.

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Señalan la existencia de terrenos en minas abandonadas, polígonos ya degradados, escombreras, medianas de autopistas o cubiertas de naves industriales donde se podrían instalar suficientes placas y molinos de viento, «en lugar de en terrenos fértiles y lugares de gran valor ecológico, como se está haciendo».

Del proyecto previsto en los términos de Valverde del Majano, Martín Miguel y Abades destacan sus grandes dimensiones. «Ocupará el equivalente a 1.400 campos de fútbol», indican. Una envergadura que para la organización se traducirá en «evidentes repercusiones sociales y ambientales, cuyo efecto se sumará al de otras dos macroplantas fotovoltaicas que se están tramitando a pocos kilómetros si finalmente salen adelante».

Hacen referencia al proyecto 'El Otero'. Según recuerdan, fue anunciado en la web de Iberdrola como 'la segunda mayor de Europa', que afectará a los términos de Marazuela, Marazoleja y Anaya. «Muy próxima también se tramita otra macroinstalación más que afectaría a los términos de Etreros, Cobos de Segovia, Sangarcía, Santovenia, Jemenuño, y, en menor medida, Laguna, Marugán y Muñopedro», explican. Ambos proyectos prevén una extensión superior a la del área de Valverde, con más de 1.000 hectáreas, 2.000 campos de fútbol cada una. «Hay que ser consciente de lo que se nos avecina», advierten.

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Para SOS Campiña Segoviana, terrenos dedicados desde hace siglos a usos agrícolas y ganaderos pasarán a ser polígonos industriales «manejados por grandes empresas y fondos de inversión, no por gente de la comarca». Desde su punto de vista, ante un cambio de tal magnitud, «como mínimo se debería haber consultado a todos los vecinos y gente ligada a los pueblos afectados para saber qué opinan». Por ello, lamentan procesos «que se están haciendo a las bravas, sin participación ciudadana y dejándolo en manos ajenas, mientras las administraciones, en general, miran hacia otro lado».

Respecto al impacto social y ambiental que podrían llegar a tener este tipo de instalaciones en la provincia, destacan que no crean empleo a largo plazo en los lugares donde se instalan. «No lo dicen los ecologistas ni las miles de plataformas ciudadanas que por toda la geografía española están clamando para que las administraciones frenen este despropósito. Lo dice un estudio del Banco de España», aseguran. Por ello, defienden que los macroproyectos fotovoltaicos «usurpan terreno a otros usos que sí podrían crear riqueza en el territorio, como la agricultura y otras industrias». A ello se suma, añaden, un impacto negativo sobre el paisaje y el patrimonio natural. «Nadie va a querer arreglar la casa de los abuelos o abrir una casa rural en un municipio rodeado por placas», declaran. Además, aseguran que «ni un kilovatio de la electricidad que se genera, se queda en la comarca».

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Por último, respecto a las alteraciones sobre la flora, fauna y diversidad de los territorios, señalan que se podría hablar de las afecciones para especies amenazadas como avutardas, aguilucho cenizo o águila imperial y la destrucción de zonas verdes y cotos de caza. «Para hacerse una idea del destrozo basta con darse una vuelta por la planta de Perogordo, al lado de la capital, y ver qué erial hay debajo y en los alrededores, teniendo en cuenta que el macroproyecto de la zona de Valverde es de un tamaño siete veces mayor».

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