Segovia

Vecinos alertan de que las obras y el carril bici agravan la falta de aparcamientos

La Federación de Asociaciones de Vecinos de Segovia (Fedasve) critica «una saturación de vehículos» a la vez que la Asociación de Vecinos del Recinto Amurallado de Segovia (Avras) se queja de una «auténtica masificación», pese a las restricciones de acceso al casco histórico. La preocupación se enquista, hasta el punto de considerar que el problema de aparcamiento «se ha ido dilatando en el tiempo» y, en la actualidad, es «prácticamente imposible» de abordar, lamentan sus representantes.

La reducción de aparcamientos se debe, en algunos casos, a incidencias puntuales, como son las obras por averías o para acometer mejoras, como sucede en Daoiz -con 48 plazas afectadas- y Caño Grande -con una decena-. En otros, la merma de estacionamientos es permanente, como ocurre con el itinerario ciclista.

El Consistorio no ha facilitado el número actualizado de aparcamientos regulados en la ciudad. En 2017 rondaban los 3.000, de los cuales 688 se corresponden con la zona verde en el recinto amurallado. El número de tarjetas de residente para aparcar en la zona ORA superan esta cifra en un 9% al alcanzar las 3.267. El casco histórico acapara un tercio del total de las expediciones, seguido de Santa Eulalia, con el 22%; Santo Tomás, con el 20%; San Millán, con el 16%; y la zona del Salvador y el entorno del Acueducto, con un 11%.

«Es necesario ampliar la regulación a otras calles», apremia la presidenta de Fedasve, Esther Santos. Como portavoz también de la Asociación de Vecinos de Santa Eulalia, insiste en extender la limitación del tiempo de aparcamiento a la avenida de la Constitución y el entorno de José Zorilla.

Esto se debe a la dificultad de estacionamiento que tienen los habitantes de estas zonas, al ser un emplazamiento gratuito cercano al Acueducto y un punto estratégico para muchos trabajadores procedentes del alfoz. «Se habló de un área violeta con tarifas reducidas y creíamos que iba a salir adelante». Las esperanzas pronto se diluyeron. Lo mismo pasó con las zonas de color rojo o naranja, para la extensión del horario rotatorio.

Ocho años después de la primera toma de contacto de diferentes plataformas con el Ayuntamiento para negociar estas propuestas, «todo sigue igual o peor», indica Santos. Exige la puesta en marcha de mejoras a partir de la actualización del pliego de la zona ORA, que este año cumple su décima prórroga al caducar en 2004, después de una década en vigor. La empresa adjudicataria, Setex Aparki, reportó unos ingresos de 1,4 millones de euros por la concesión de este servicio en 2022.

«Los vecinos se siguen quejando y no se ponen medidas», declara la presidenta de Fedasve. La situación empeora: los aparcamientos desaparecen o se reordenan en línea, en vez de en batería. Santos desconoce el número exacto de las plazas perdidas en los últimos años, pero las cuenta por decenas. «Algunas sí se han repuesto o reubicado en otras calles, pero muchas no han sido recuperadas, como las de la plaza de Santa Eulalia por el carril bici», remarca.

La misma situación aqueja a los vecinos del recinto amurallado, sobre todo desde el comienzo de la remodelación en la calle Daoiz. El Ayuntamiento ha reubicado las 48 plazas perdidas en el paseo San Juan de la Cruz o en el entorno de la iglesia de San Esteban. «Es una decisión que ha generado conflictos», afirma Montarelo. Al reservar estacionamientos para los afectados en otras localizaciones, los residentes de las zonas en cuestión «no pueden aparcar». «Muchos se han llevado multas y eso ha producido algún enfado», subraya.

Montarelo teme que este planteamiento se convierta en un precedente de cara a futuras obras. Sobre todo cuando el aparcamiento en el casco histórico es muy limitado aún en condiciones normales, especialmente los fines de semana. Por ello, Avras es partidaria de restringir de forma «efectiva» el acceso al barrio o de establecer plazas de uso exclusivo para residentes, «con la posibilidad de que durante algunas horas en que no hay tantos problemas sean también para la población general», estima su presidente, quien fija el límite en las 19:00 horas.

Otra de las alternativas defendidas por la asociación es permitir el aparcamiento en la explanada de autobuses frente a la rotonda de Cándido por las noches. No obstante, «la solución que creemos más idónea es hacer un párking en los amplios terrenos del antiguo Velódromo», subraya el portavoz de Avras. Ante la reciente aspiración del PP por retomar el viejo proyecto del aparcamiento en los Tilos, Montarelo se opone rotundamente. «Atraería a más turistas y dudamos de que las tasas sean económicamente asequibles para los residentes», concluye.