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La moda del cigarrillo electrónico se extiende entre los más jóvenes, advierten las expendedurías. 'Tabaco' de usar y tirar. Setecientas caladas que algunos fumadores utilizan como sustitutivo del 'pitillo' de toda la vida y así aminorar la ansiedad que les provoca la falta de nicotina, ... y que otros que aún no han sucumbido a la adición lo emplean como rito iniciático para catar, probar y empezar en el peligroso hábito de fumar imitando conductas nocivas. El vapeo es «un arma de doble filo», avisan en el sector provincial de la dualidad.
Advierten también de la facilidad de acceso a este producto, incluso por parte de menores de edad. Los estanqueros «no se la van a jugar ni se van a arriesgar» a pagar una multa dolorosa si les pillan vendiendo cigarrillos electrónicos a jóvenes que no han cumplido los 18 años. Sin embargo, fuera de estos negocios, el abanico de opciones para adquirir el artículo se abre a bazares y hasta a discotecas, donde el sector segoviano de las expendedurías de tabaco ve más complicado que hagan cumplir la norma en vigor que limita la comercialización.
El ritual del papelillo, repartir la picadura y la habilidad manual para enrollar y prensar el 'pitillo' es la otra vía de acercamiento más común que tienen los jóvenes cuando coquetean y viven sus primeros escarceos con el tabaco.
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