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Los alumnos trasladan en camilla a un supuesto herido durante el simulacro.

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Los alumnos trasladan en camilla a un supuesto herido durante el simulacro. Antonio de Torre

Simulacro

Torrecaballeros, una explosión de gas y 134 alumnos

Los estudiantes de FP de Emergencias del Ezequiel González y de otros dos centros realizan una práctica en campo real con bomberos y sanitarios

Martes, 12 de marzo 2024, 10:30

Durante un acto en el centro cultural de Torrecaballeros, se produce una explosión de gas debido a una fuga en la planta baja que pone en riesgo a sus asistentes como consecuencia de la deflagración de la onda expansiva y la caída de objetos dentro del inmueble. Hasta el lugar se desplazan los bomberos, que aseguran el perímetro y acompañan al personal sanitario para que atiendan a un sinfín de personas: heridas faciales leves, fracturas abiertas en el húmero o en el fémur, deformidades en la clavícula, un objeto clavado en el abdomen, quemaduras o traumatismo craneoencefálico. Un drama que abriría los periódicos si no se tratara de un simulacro. La localidad dio realismo a un ejercicio práctico para 134 alumnos del módulo de FP de Emergencias Sanitarias de Zamora, Valladolid y Segovia, representada por 49 estudiantes del IES Ezequiel González.

Fue el plato fuerte de una jornada con ejercicios desde las 11 de la mañana: talleres de trauma, de extracción de heridos en vehículos, de vías venosas o de psicología, una de las asignaturas pendientes de la formación en emergencias. A la explosión de la tarde, de sumó la atención en un accidente múltiple con camión, autobús, turismo y moto, igualmente con heridos de toda circunstancia. En esencia, los alumnos de primero hicieron de víctimas y los de segundo, de personal de emergencia.

Reina, que da formación de emergencias en Segovia, ha aportado la logística. La treintena de instructores que acudió lo hizo de forma voluntaria: bomberos, militares o guardias civiles, que prestaron su apoyo en la parte psicológica. Cómo gestionar una situación conflictiva –con riesgo físico para el propio personal de emergencia– hasta que lleguen las autoridades es uno de los grandes retos del sistema.

Asistencia en una persona herida. A. de Torre

El proyecto, financiado a través del ente regional Aula Empresa de la Junta de Castilla y León con fondos europeos, dio a los centros una subvención de 20.000 euros. Los centros se pusieron de acuerdo para sumar más alumnos y optar a un ejercicio de mayor envergadura, pese a las dificultades de la distancia. Presentaron la propuesta en marzo del año pasado y fueron elegidos en mayo. «Si es entre varios centros, tenemos más puntos para que ese programa se pueda hacer. Queríamos que los alumnos pudieran conocerse entre ellos y aprovechar los recursos de unos y otros, así como de empresas del sector», subraya María Rodríguez, coordinadora del proyecto y docente del Ezequiel González, que destaca el gran activo del simulacro en que aporta «una visión global de lo que es un profesional de emergencias sanitarias».

Torrecaballeros vivió la puesta en escena de un sinfín de reuniones. «Está todo bastante hilado, pero también hay margen para la improvisación. Nos ha costado la coordinación, pero visto el resultado, ha sido muy buena. No se ven accidente de gran tamaño todos los días, pero es necesario que la gente esté formada para colaborar», subraya Rodríguez, que destaca las ganas de aprender del alumnado y el compromiso de los docentes pese a las carencias en Segovia a la espera del centro de San Lorenzo, «un instituto de formación profesional que lleva 20 años construyéndose». El espacio es la gran carencia. «Y calidad para impartir nuestro trabajo. Alumnos, tenemos bastantes; y trabajo hay. Salen cosas porque los profesores nos implicamos y es bueno para los alumnos, pero los recursos son muy limitados. Este despliegue no se paga con el dinero que nos ha dado la Junta, pero se hace por las ganas de todos».

«Este despliegue no se paga con el dinero de la Junta, pero se hace por las ganas de todos», subraya la coordinadora

Alejandro Gil, también docente en el Ezequiel, subraya ese valor de aunar en un solo día temarios separados que se imparten. «Esto les ayuda a ver el despliegue real de cómo es su trabajo desde el inicio hasta el fin». La coordinación entre equipos –medicina, enfermería o cuerpos de seguridad– y la confianza que inyecta en el alumno. «Todo el mundo que sale de una formación piensa que no está preparado, es real. Saben más de lo que realmente se piensan, pero hay una seguridad que no tienen porque solo la da el trabajo». Una formación que va más allá del personal de emergencia y llega a la población general.

El pueblo eliminó sus actividades en la zona deportiva y en el centro cultural, además de ceder un amplio espacio a los vehículos de emergencia y organizar la comida. «Estamos muy agradecidos de que hayan elegido Torrecaballeros para esto», subraya su alcalde, Rubén García. Una decisión que se explica por el liderazgo del Ezequiel González en el proyecto y por la implicación de Academia Reina, radicada en Segovia, en la organización. El Ayuntamiento avisó a los vecinos la semana pasada. «De repente ver el pueblo lleno de ambulancias y de Guardia Civil… Que cuando suenen las sirenas no se asuste nadie». Vaya si sonaron.

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