Borrar
Directo Clamor popular en Villalar contra las plantas de biogás y por la sanidad pública
Tobe, presionado por Matías, el jugador al que escoge como el compañero con más talento que ha tenido en su carrera. El Norte
Tobe, el trofeo de mejor compañero

Tobe, el trofeo de mejor compañero

El madrileño que capitaneó al Caja Segovia se retira a los 40 años con la perseverancia por bandera: «El 80% de los que han jugado conmigo tenían muchísima más calidad que yo»

Viernes, 30 de agosto 2024, 20:33

Tras poner fin a una carrera de 24 años en el fútbol sala, Roberto Tobe, un imprescindible del Caja Segovia de principios de siglo, el adolescente que se convirtió en capitán tras siete años y medio, elige la perseverancia como su mejor virtud y su aportación a todos los vestuarios, incluso cuando han escaseado los minutos. «Intentaba hacer mejores a mis compañeros. Esto es un juego colectivo; si el equipo gana, ganamos todos». Por eso se queda con la cascada de mensajes que ha recibido cuando anunció su retirada. «No he sido ni mucho menos el mejor jugador de la liga, pero me he llevado el trofeo que más perdura en el tiempo. Gente que me ha escrito por hacerle la vida más fácil, ayudar a una mudanza o una simple charla. La amistad es lo que nos llevamos porque dentro de diez años el resto se olvida. Creo que tengo casa en cualquier parte del mundo». El trofeo de mejor compañero.

Tras una infancia en el fútbol, Tobe jugó su primer partido de fútbol sala a los 16 años en el Rayo Lorea. Su debut llegó en Málaga. «Apenas serían uno u dos minutos, pero para mí fue gloria». Por la ilusión con la que lo cogió y la acogida de sus compañeros. Así súpero el contraste, pues el cambio de contexto suponía enjaular a un felino. «Sobre todo yo, que he sido siempre muy físico. Movimientos dinámicos, toma de decisiones y dosificarme, porque en el fútbol sala los movimientos son muy explosivos. Pero al final el objetivo es el mismo: meter la pelota y defender». Y lo suyo era recuperar balones e iniciar el juego. Al siguiente año estaba en la selección madrileña y se dijo: «Creo que me puedo dedicar a ello». En 2003 le llamó la selección española sub-18 –fue capitán– y recibió la oferta de Caja Segovia, que se le llevó del Leganés, su filial entonces.

Su compromiso tuvo una contrapartida doble. «Me alejó de los peligros de la calle que acechan a cualquier joven si no tiene la cabeza bien amueblada. Yo me refugié en el fútbol sala». Desde el juvenil al primer equipo o a las maratones de los pueblos para evitar drogas, alcohol o peleas, una trampa que dejó en el camino a amigos del cinturón sur de Madrid. «El 80% de los jugadores que han jugado conmigo han tenido muchísima más calidad que yo, pero he tenido la cabeza, he sabido estar en su sitio en cada momento». Porque no le gustaba salir los fines de semana y sí adoraba esa vida nómada de viajar de una cancha a otra. «Soy bastante curioso y gracias al deporte llegas a sitios donde no llegarías sin él». Y pone dos ejemplos muy lejanos como Londres o Vietnam. Y una herencia –española y ecuatoguineana– que le ha enriquecido.

Aquel chaval de 18 años firmó tres años con Caja Segovia, pero necesitó tiempo. «No terminé de explotar, tuvieron muchísima paciencia conmigo, pero muchísima. No sabes cómo lo agradezco, en el alto nivel no hay experimentos». Y un punto de inflexión en su tercera temporada cuando falló el penalti decisivo en Murcia que decantaba la tanda para ElPozo en el primer partido de cuartos. Una semana después se redimió. «Yo acabé hundido, pero lo bueno del deporte es que te da esas pequeñas revanchas en días. Me salió un auténtico partidazo». El albañil marcó dos goles.

Tobe saluda a la afición del Caja Segovia tras un partido. El Norte

Y pasó de proyecto a veterano del vestuario. «Segovia ha sido un trampolín; jugador que destaca, al año siguiente no continuaba. Iban pescando a todos y a mí no me llegaba nunca la oportunidad», sonríe. Capitán a los 24 años en una ciudad que define como acogedora. «Éramos una familia, siempre venían jugadores jóvenes y hemos tenido grandes entrenadores». Nombres como Miguel Rodrigo o Jesús Velasco y una pieza clave para él como Cesar Arcones. Y no se esconde al elegir a Matías Lucuix como el compañero con más talento. «Le costó muchísimo aclimatarse a Segovia y yo he visto su crecimiento desde que le costaba hacer cositas hasta que fichó por Inter. Lo hemos hablado muchas veces, le veías andar y decías que era imposible que fuera futbolista. Luego se ponía las botas y hacía maravillas». Un equipo que llevó al Barcelona a un quinto partido de la final liguera. «Me hubiera gustado celebrar como en los antiguos momentos de Caja Segovia, pero hay que estar contento».

Y llegó la llamada de Inter, algo que recuerda como agridulce. «Es el equipo más laureado del mundo, todos soñábamos por llegar a un momento así. Con las cajas de ahorro, era todo incertidumbre y estaba acordado que a final de temporada me iba a marchar, pero Pola había tenido una lesión de gravedad y querían cerrar el fichaje antes». Dos días de no dormir y sin tiempo de despedirse, a media temporada. Sin saberlo, vivió el prólogo de la desaparición del Caja. «Me duele. Ya no por los jugadores, que al final nos colocamos de una manera u otra, sino por la gente, los delegados o entrenadores de la base. Muchísimos jugadores que ganaron ligas, mundiales o europeos han pasado por allí».

Tras conocer mundo, Tobe siguió jugando en La Nucía, un club al que se sumó en Tercera y al que deja en Segunda tras redescubrirse como jugador: el cierre trabajador se convirtió en pívot goleador. «Para girarme necesitaba una grúa, pero no se me daba mal». De no llegar a la decena de dianas a la treintena. «Cuando llegué aquí esto era un solar, pero ya lo tenía como afición». Jugaba mientras gestionaba dos empresas familiares y coordinaba las escuelas. Tras el ascenso, fue nombrado director general, algo que le motiva más que seguir jugando. «Este año ya se me ha hecho largo. Ahora me encanta estudiar, soy súper curioso y quiero más».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Tobe, el trofeo de mejor compañero