Fiestas de Cuéllar
Seis décadas de animación en las fiestasFiestas de Cuéllar
Seis décadas de animación en las fiestasPantalón blanco con cinta verde en el lado y a la cintura, camisa blanca con escudo a la izquierda y pañuelo verde. Quienes así visten en las fiestas de Cuéllar son la Panda El Soto, que eligió ese color por simular el de los ... sotos, espacios de árboles y naturaleza. Tomó el nombre de su primera sede, que estaba situada en el pago 'El Soto'. Se trata de la peña oficial más numerosa de la villa, con en torno a medio millar de abonados. En 2023 cumplen 60 años, una onomástica que celebrarán mañana con una gran paellada popular en la plaza de la Huerta Herrera y una gincana, aunque no son las únicas iniciativas que desarrollarán durante las fiestas.
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Además de su participación activa en las actividades habituales de las peñas, como la realización de pancarta, el baile del 'A por Ellos' en el monumento a los encierros o en la procesión y desfile, El Soto celebra cada año sus 'Encierros del chupete', una iniciativa con toros de carretilla, bueyes, caballos e incluso una ambulancia, con la que hace las delicias de los más pequeños, que ya van cogiendo afición.
Este martes amenizaron la probadilla, el chateo popular y el pasacalles de acompañamiento a la corregidora, sus damas y las madrinas de las peñas oficiales, además de la corrida de rejones. Ya por la noche organizaron uno de sus actividades más esperadas: su tradicional verbenilla, en la que repartieron cientos de huevos fritos de forma gratuita a todos los asistentes.
La creación de la Panda El Soto se remonta a 1963, cuando nació por la unión de tres limonadas: El Capote, El Puro y El Soto, cuadrillas de pequeños con edades comprendidas entre los diez y los doce años que pertenecían a distintos barrios. Los jóvenes quisieron formar una nueva peña oficial y tuvieron que unirse e incrementar el número de socios debido a la infraestructura de la nueva peña, que era mucho más costosa. Como curiosidad, en los inicios, las mujeres no pagaban.
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Aunque inicialmente fue fundada como peña, posteriormente pasó a denominarse panda, para diferenciar los grupos cuellaranos de los 'blusas navarros', ya que en esa época fue cuando los encierros de Cuéllar comenzaron a ocupar páginas en los diarios nacionales.
Su escudo ha sufrido varias modificaciones a lo largo de su historia. El primero estaba formado exclusivamente por el nombre de la peña, para después pasar a contar con una montera de torero y dos banderillas cruzadas. Finalmente se optó por el actual, formado por un capote, un tamboril y una dulzaina, todo ello integrado en el escudo municipal sin la cabeza del caballo ni la corona.
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La Panda El Soto siempre ha sido pionera en realizar actividades culturales. Una de las más importantes, a nivel regional, fue la organización en 1975 del primer 'Alarde cuellarano de música y danza popular de Castilla la Vieja'. Se homenajeó a distintos dulzaineros en un momento de resurgir de gran parte del folklore local.
Estos alardes se iniciaron debido a las dificultades que se tenían para conseguir dulzaineros para acompañar a la panda en las fiestas de los encierros. Durante los años en los que se celebró participaron figuras como El Nuevo Mester de Juglaría, Candeal, Ismael Peña o Trigo Verde, sin olvidarse de grandes dulzaineros como Agapito Marazuela, el Tío Cerillas, el Tío Mariano o el Tío Ladis. Esta iniciativa fue considerada incluso con tintes subversivos por el gobierno provincial, aunque contó siempre con el aval del equipo municipal de Cuéllar.
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Su ahora multitudinaria y reconocida Verbenilla del Huevo Frito surgió por primera vez en 1988 para conmemorar el 25 aniversario de la peña. En aquella ocasión se sirvieron 60 huevos, además de tapas, pasteles, limonada y cava. Ahora son unos 3.000 los huevos que la panda El Soto reparte cada martes de toros.
También se ha convertido ya en tradición el Encierrillo del Chupete dedicado a los más pequeños. Comenzó a desarrollarse en 2004, por lo que se encuentra a punto de cumplir una veintena de ediciones. Cada lunes y miércoles de fiestas, la Panda El Soto saca de sus corrales a su propia ganadería, de origen 'Sotoverde', unos carretones con los que los niños disfrutan de bonitas carreras emulando lo que realizan los mozos cada mañana por las calles de la villa.
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De forma previa a las fiestas, la panda también desarrolla su propia semana cultural, en la que organiza actividades gastronómicas, de ocio para sus socios e incluso su propio pregón inaugural de las fiestas. Referentes en Cuéllar, cuentan con un pasacalles dedicado a la panda.
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