Los segovianos trabajan más pero su sueldo sube menos que en Castilla y León

Cuando se ponen los datos en contexto, los resultados tienen matices: los incrementos salariales siguen sin paliar la escalada de los precios, que da signos de alivio pero ya se ha comido un buen pedazo del poder adquisitivo de los trabajadores; y buena parte de las subidas de sueldos que se están registrando tienen como trasfondo el incremento que el Gobierno central ha imprimido al salario mínimo interprofesional (SMI).

Con una revalorización del 8,45% desde el 1 de enero de este año (hasta 1.080 euros mensuales), que se suma a las alzas superiores al 7% del lustro precedente, son muchos los convenios colectivos de la comunidad que, de un plumazo, han tenido que actualizarse por la vía de urgencia para sacar los salarios de infinidad de actividades de cantidades que se quedaban por debajo de la referencia mínima nacional.

El último dato sobre el salario medio mensual español (en términos brutos y comparables por autonomías) medido por el Instituto Nacional de Estadística (INE) fue de 2.086,80 euros en 2021. Castilla y León se sitúa en el puesto undécimo de la tabla nacional, con 1.983,70 euros, es decir 103,10 euros por debajo. Está al mismo nivel (de una lista liderada por País Vasco y Madrid) que la nómina media de La Rioja y por delante de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Murcia, Andalucía y Extremadura.

El registro de convenios del Ministerio de Trabajo refleja que hasta marzo de 2023, los pactos a los que se ha llegado este año, o en cursos anteriores con efectos en el presente, incluyen una subida salarial del 3,58% en Castilla y León, frente al 3,06% de media nacional. No se situaba la comunidad autónoma por encima del conjunto de España desde 2012, cuando los incrementos fueron del 1,19% y el 1%, respectivamente.

Buena parte de culpa de este vuelco la tiene la provincia de Salamanca, donde se registra un alza salarial del 7,45%, de lejos la más elevada del país (la siguiente es el 5,45% de Guipúzcoa).

El dato salmantino tiene mucho que ver con la revalorización de un convenio clave como es el de hostelería, que sube un 11,75% después de tres años de negociaciones, y con la actualización de otros dos importantes como el del metal (5%) y el del comercio (8,7%), que disparan la cifra media y se justifican en la necesidad de alcanzar el SMI. «En 2023 estamos negociando subidas simbólicas porque hay que compensar los aumentos de costes que están teniendo las empresas», aclaran en la patronal charra, informa Félix Oliva.

Con esta premisa, algo muy distinto sucede, por ejemplo, en Valladolid, donde no están tan generalizados los salarios bajos o, incluso, mínimos. El incremento medio es del 2,24%, solo por encima de Lérida (2,14%), Palencia (2,01%) y Cuenca (1,63%). El resto de provincias de la comunidad oscilan entre el 2,3% de Zamora y el 3,8% de León. Ni Burgos, ni Soria ni los interprovinciales llegan al 3%.

En Segovia, la subida retributiva experimentada a partir de la actualización de los marcos laborales al nuevo escenario de mínimos se sitúa cuatro décimas por debajo del promedio autonómico. En concreto, el Ministerio refleja un aumento salarial medio del 3,16%, que por otra parte es una décima más que la subida global nacional.

Cuando se compara con el resto de provincias de la comunidad, las estadísticas laborales ponen de manifiesto que Segovia es donde más trabajan los asalariados. Las 1.777,63 horas de la jornada anual media registradas el año pasado elevan el promedio regional, que se queda 21 horas por debajo (1.756,57), una carga similar a la que arroja el resto del país, donde la media de la jornada anual es de 1.754,17 horas.

Al no ser una economía demasiado dependiente de la industria, los motores productivos son otros, como la hostelería. Este sector ya firmó en la recta final del año pasado. La nómina de los profesionales con contrato aumentará un 13% hasta 2026. Es el acuerdo al que llegaron patronal y sindicatos mayoritarios. Esa subida es del 3% en los tres primeros ejercicios de vigencia del acuerdo; mientras que en los dos últimos el alza será del 2% por anualidad.

Sin embargo, hay convenios colectivos que se resisten a un acuerdo. Esas discrepancias son palpables, por ejemplo, en el transporte de viajeros por carretera o en el ámbito de la limpieza de edificios y oficinas, que esta misma semana ha empezado movilizaciones que, si nada lo remedia, desembocarán en huelga indefinida a partir del 3 de mayo. Este sector es paradigmático en cuanto a unas condiciones retributivas que no alcanzan el mínimo interprofesional. UGT y CC OO reclaman actualizar la base salarial a 15.000 euros, ya que las tablas del último convenio «arrastran una situación precaria, sobre todo en Segovia», critica la delegada del Hábitat en Comisiones, Esther González.

La lista de convenios sectoriales de la comunidad que incluyen categorías profesionales cuyos salarios se encontraban por debajo del SMI supera el centenar. Son de todo tipo. Además de los citados del transporte, también en el de mercancías, y de la limpieza de oficinas, están los de comercio, panaderías, trabajadores del campo, industrial de la madera, clínicas y consultas de odontología, construcción o pompas fúnebres.

El lema que presidirá las manifestaciones del próximo 1 de mayo, Día del Trabajador, organizadas por los sindicaos será: 'Subir salarios, bajar precios, repartir beneficios'. Líderes de CC OO y UGT admiten que no tienen mucha esperanza en que la CEOE haga una contrapropuesta a su petición de subida salarial del 13,25% para el periodo 2022-2024.

La inflación cerró el año pasado con una media del 8,4%. En marzo de este año, el IPC ha remitido al entorno el 3,3%, sobre todo por el efecto escalón de la comparación con el ejercicio anterior, mientras el índice de los alimentos se mantiene por encima del 16%, una vez más con la región casi un punto sobre la media.

Las empresas, mientras, apelan al contexto inflacionista, con un constante incremento de costes de producción que amenaza el empleo; y a las nuevas cargas que sufren, como el incremento de cotizaciones sociales, para resistirse a negociar subidas salariales generalizadas, según advierte la patronal de Castilla y León.

Esa subida salarial del 3,06% se puede desagregar de la siguiente manera: los acuerdos vigentes en 2023 pero firmados en años anteriores recogían una subida del 2,91%, mientras que los rubricados en los tres primeros meses del año ya han escalado a una media del 4,82%.