Los segovianos fuman 13 millones menos de cigarros desde la prohibición en bares

Con el primer cuatrimestre del presente ejercicio cerrado, el ente estatal indica que los segovianos fumadores han consumido 2.046.010 paquetes clásicos entre enero y abril, ambos incluidos. Son 40,9 millones de 'pitillos'. Una barbaridad para quienes se enfrentan al tabaquismo y a sus consecuencias nefastas sobre la salud; pero es un 49,2% menos que lo que se fumaba en la provincia hace dieciocho años, con los inicios aún dubitativos de la legislación.

La vuelta de tuerca que dio el Ejecutivo de la nación un lustro después endureció la ley antibaco al añadir la prohibición de fumar en espacios de uso colectivo, locales abiertos al público que no estuvieran al aire libre, como las barras y comedores de bares, restaurantes y demás establecimientos hosteleros. El cerco al tabaco se seguía estrechando y la caída en la venta y consumo de cajetillas en estancos y máquinas expendedoras se acentúa.

De nuevo, si se enfoca el espejo retrovisor de la comparación hacia el primer cuatrimestre de 2011 y se refleja en él el mismo periodo del actual 2024, los segovianos han dejado de fumar 669.472 paquetes, o lo que es lo mismo, han 'apagado' más de 13,3 millones de cigarros. El desplome en estos trece años se acerca al 25%, como se extrae de los datos del Comisionado.

Pese al aumento de la picadura de pipa, del tabaco de liar y la moda al alza del vapeo como sutitutivos igualmente perjudiciales para la salud que los 'pitillos', las cajetillas siguen siendo la modalidad mayoritaria de los fumadores de la provincia. En todo 2023, el tabaco generó una facturación en Segovia de 40,2 millones de euros, de los que 33,8 millones provinieron de la venta de paquetes de veinte unidades, lo que supone el 84% del gasto en las distintas modalidades de consumo.

Aunque los humos hayan bajado, en el último decenio los informes del Comisionado dicen que los fumadores gastan un 3,2% más. Si se fuma menos pero el desembolso es mayor, hay un factor, el del precio, que también condiciona los hábitos.

La adicción ha supuesto, entre enero y abril de este curso, un gasto de 1,3 millones de euros solo en cajetillas. Desde la prohibición de fumar en bares, restaurantes, clubes o discotecas, el gasto se ha reducido en un 11,4% en los típicos cigarrillos.