Cada segoviano pierde una media de cinco horas al año en atascos

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Quique Yuste

Contra todo pronóstico, las rutas más frecuentadas en la ciudad y donde más congestiones se producen no tienen como escenario el recinto amurallado, distrito en el que se implantará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) a partir de 2025. Son las grandes avenidas, como la de la Constitución, Vía Roma, Padre Claret o los paseos de Ezequiel González y Santo Domingo de Guzmán las que más circulación albergan al cabo del año.

Todo ello sin olvidar la carretera de La Granja, sus uniones con San Cristóbal de Segovia y La Lastrilla o las calles de lo polígonos de Hontoria y El Cerro. No obstante, entre todas estas localizaciones sobresale la circunvalación SG-20, considerada como una vía de alta capacidad por el último informe de tráfico publicado por la empresa estadounidense INRIX, elaborado por medio de la monitorización de datos de viajes anónimos basados en la ubicación y el análisis de software.

Según el último análisis, que data de 2022, cada conductor perdió hasta cinco horas en atascos en Segovia, lo que se traduce en un coste de aproximadamente veinte euros de combustible. Aun así, se consolida como la tercera ciudad española de un total de 52 en la que sus habitantes pierden menos tiempo por congestiones en la circulación, ya que tan solo está por delante de Toledo (con dos horas) y Cáceres (con 60 minutos). No obstante, se aleja de Barcelona, que encabeza el ranking español, con 47 horas; Ciudad Real, con 37; o Madrid, con 26.

La estadística confirma que los patrones de desplazamiento en el último periodo fueron similares a los dos años inmediatamente previos, salvo excepciones puntuales. En las horas de entrada y salida del trabajo, así como en los momentos del día, los vehículos podían recorrer más distancia desde el centro de la ciudad y hacia el extrarradio en 2020, cuando se restringió en gran medida la movilidad con motivo de la covid-19. Por otra parte, el tiempo que los segovianos permanecen al volante por la existencia de un embotellamiento ha disminuido un 68% respecto a 2021. La velocidad media por cada 1.000 metros recorridos es de 33 kilómetros por hora.