Las segovianas posponen la maternidad seis años desde la década de los ochenta

Es un promedio dentro de una tendencia descendente de la natalidad en cuyo trazo a la baja tiene bastante que decir la tardanza de la maternidad con respecto a otros tiempos.

Ese espejo retrovisor enfocado hacia la década de los ochenta refleja que cuarenta años atrás las segovianas eran madres por primera vez a los 25,9 años de media. Esto quiere decir que en esos cuatro decenios transcurridos, los nacimientos de los primogénitos se han aplazado prácticamente seis años, como se extrae del INE. Esos datos revelan que, desde que empezó a correr el tiempo del presente siglo, la postergación de la primera maternidad se ha ralentizado. La centuria empezó con una edad media de las progenitoras primerizas de 30 años. En dos décadas apenas ha subido dos años.

Sin embargo, el retraso de la maternidad fue más acelerado en los últimos veinte años del siglo XX. A tenor de los promedios recogidos en las estadísticas del organismo estatal, en el periodo que va desde 1981 hasta 2001 las madres segovianas postergaron la gestación de su primer retoño algo más de cuatro años, pasando de alumbrar a su primer hijo con 25,9 años cumplidos a estrenar la maternidad a los 30,08 años.

Las madres que tienen un segundo parto lo atrasan casi tres años. En Segovia, el segundo hijo viene al mundo cuando la mujer ha cumplido ya los 34 años. La diferencia con respecto al inicio del siglo XXI es de un año y medio más tarde, manteniéndose la demora con respecto a la década de los ochenta.

Si la lupa se acerca a la capital segoviana, el citado promedio etario aún sube un poco más. El Instituto Nacional de Estadística, con datos sobre fecundidad extraídos en 2020, eleva la edad a la que las madres dan a luz a su primer vástago hasta los 32,5 años.

El repaso a esas cifras oficiales pone de manifiesto una circunstancia que relaciona la maternidad con la economía. Y es que los municipios de más 50.000 habitantes empadronados que además disfrutan de una renta per cápita más rica coinciden con los primeros nacimientos más tardíos.

Las Rozas, Pozuelo de Alarcón, Majadahonda o Boadilla del Monte, todos en Madrid; Getxo, en Vizcaya, o Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, que suelen estar en el vagón cabecero de las localidades con más poder adquisitivo en España, también están al frente de las maternidades más postreras. Pozuelo encabeza la lista nacional de municipios más ricos, como confirma la Agencia Tributaria. En 2020, la renta media por vecino era de 26.009 euros.

A su vez, las madres primerizas pozueleras son, en el conjunto del país, las que más demoran el nacimiento de su primer hijo. El INE indica que la media a la que dan a luz a su primogénito asciende a 34,14 años. Hasta los 34,07 no alumbra a su primero retoño las madres getxotarras. En Boadilla, la primera maternidad se produce a los 34 años también de media.