Segovia supera por primera vez en ocho años la barrera de los 200 abortos

El aumento recabado por las estadísticas oficiales eleva a 202 los embarazos interrumpidos a voluntad de la mujer, frente a los 157 del curso anterior, lo que significa un repunte superior al 28% en el trazado que dibuja la evolución en la provincia. De hecho, es la primera vez desde 2013 que estas operaciones superan la barrera de las doscientas.

El Ministerio de Sanidad permite esbozar el perfil de las mujeres que deciden abortar en la provincia. Uno de los rasgos más sobresalientes es el de la información, cómo y dónde la recaban antes de tomar una decisión. Crece la vía de Internet como fuente de datos y conocimientos. Más del 27% de las segovianas que terminaron abortando recurrió a la red de redes, lo que la convierte en el segundo canal más habitual tras los centros sanitarios públicos. De hecho, este recurso se ha triplicado, ya que en 2011 apenas superaba el 9%.

Con el paso de los años, una de las tendencias más marcadas que revelan las estadísticas sanitarias es el incremento de la edad de aquellas segovianas que optan por interrumpir su gestación. Cada vez abortan más mayores. El 28% de las mujeres de la provincia que abortaron en 2021 habían cumplido los 35 años. Las menores de 25 años se mantienen en torno a un tercio de las segovianas que ejercen su derecho al aborto cada anualidad.

Este factor está asociado a otro rasgo del perfil que se puede bosquejar a partir de los datos del Ministerio. Y es que cada vez son más las segovianas con mayor nivel de formación que ponen fin a la gestación de sus retoños de manera voluntaria y dentro de los supuestos legales. De los 202 casos contabilizados en 2021, en 56 la mujer tenía estudios universitarios, lo que equivale a una cuarta parte del grupo que decidió interrumpir su embarazo. Cinco años antes, eran la mitad las segovianas con ese grado de instrucción que abortaron.

El boceto lo completan los hábitos de prevención en las relaciones sexuales. El 38% de las mujeres que se sometieron a un aborto el ejercicio pasado no habían tomado ningún tipo de precaución (77 de 202). El empleo de métodos barrera para evitar el embarazo, como puede ser el preservativo, es el más frecuente entre las segovianas que interrumpieron la gestación. El 40% lo usaba. En cuanto al tiempo de gestación, Sanidad confirma que casi dos de cada tres abortos en la provincia se produjeron antes de la octava semana. Entre la novena y la decimocuarta se llevaron a cabo cerca del 30%.

La reforma legal no ha tocado los plazos. Así el derecho de la mujer a abortar continúa siendo libre hasta la semana 14 de gestación y, a partir de ahí y hasta la semana 21, podrá realizarse lo que se conoce como un aborto terapéutico, que es el justificado por causas médicas, como malformación del feto o peligro vital de la madre.

Las fuerzas de la izquierda dan la bienvenida a la nueva legislación. La garantía del acceso a la interrupción voluntaria del embarazo en la sanidad pública, en el centro más cercano y de manera accesible es una de las medidas más aplaudidas, sobre todo porque en Segovia no se había notificado un solo aborto entre 1988 y 2018, como ha recordado Izquierda Unida en varias ocasiones. Además, las comunidades tendrán que crear un registro de objetores de conciencia.

Datos de la Junta en 2020 evidencian el éxodo obligado de las mujeres que no pueden abortar en la provincia. De las 157 intervenciones realizadas aquel año, 91 fueron financiadas por Sacyl y se llevaron a cabo en la propia comunidad autónoma, aunque no en Segovia. Las 66 restantes no estuvieron cubiertas con dinero público. De ellas, 33 se efectuaron dentro de la región y en otros tantos casos las mujeres salieron fuera de Castilla y León.

El Ministerio de Sanidad solo registra cuatro centros que notificaron la realización de abortos en 2021. Tres de ellos son clínicas privadas situadas en Valladolid, Salamanca y León, y luego figura el Hospital Santiago Apóstol de Miranda de Ebro, en la provincia burgalesa. En este 2022 se ha incorporado a esta lista el Hospital Universitario de Burgos.

Cuando las segovianas se han de trasladar fuera de la comunidad, lo habitual es que sean derivadas a Madrid a través del pertinente concierto con clínicas privadas.

En Segovia, como en el resto de la comunidad, está ampliamente extendida la objeción de conciencia de los profesionales a realizar abortos. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) defiende el derecho al que se acoge este colectivo para no llevar a cabo este tipo de intervenciones, una posición extensible a la eutanasia. Esta organización ha incidido en reclamar «respeto» para aquellos facultativos que la objeción a la hora de no practicar abortos.