La Gimnástica Segoviana muestra algunos brotes verdes que auguran una mejoría respecto al curso pasado. El paso de los meses ha dado al equipo que entrena Ramsés Gil una coraza que no tenía en las primeras temporadas. El equipo mantiene esos principios agresivos: juego combinativo ... para dominar y una intensidad alta para agotar a los rivales. Pero ha cambiado un punto de inocencia por madurez. Quizás haya menos fuegos artificiales, pero es duro de pelar. La prueba está lejos de Segovia, donde solo ha caído una vez. Su bagaje de puntos no es un tesoro porque ha habido muchos empates –hasta cinco, el equipo del grupo V que más tablas suma lejos de su estadio–, pero la evolución es evidente. La Sego limita daños y sabe rascar empates donde antes había derrotas.
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El balance a domicilio de la Segoviana el curso pasado fue el tercer peor del grupo V con 15 puntos en 17 desplazamientos. Los cinco descendidos a Tercera –Don Benito, Socuéllamos, Diocesano, Alcorcón B y Leganés B– y el Coria, condenado en el 'play-out', mejoraron esa cifra. Solamente Montijo (12) y Atlético Paso (8) sumaron menos. Fueron ocho derrotas, la mayoría en césped artificial. A estas alturas de calendario ya habían caído en Estepona, Cerdanyola o en La Palma. Hubo tres victorias, ante Montijo, Leganés B y Socuéllamos.
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Luis Javier González
Luis Javier González
Este año han cambiado las tornas porque la Segoviana suma en ocho desplazamientos casi tantos como todo el curso pasado. Para un equipo que perdía uno de cada dos partidos lejos de Segovia, caer en uno de los primeros ocho es un gran avance. Ocurrió en Cobeña ante el Ursaria, el típico guion de césped artificial: una primera parte sin nada que llevarse a la boca y una segunda en la que los locales suben un punto la intensidad y transforman en goles las ocasiones para vencer 3-0. Pero las otras visitas a césped artificial fueron otra cosa. Los azulgranas pudieron llevarse la victoria en Navalcarnero –dejaron escapar un 0-2– y han dado la cara en Getafe y Llerena. Ramsés reconoció que el empate en el sur de Madrid debió ser una derrota, pero Carmona salvó a los suyos. Las tablas del domingo en Llerena fueron un ejercicio de resiliencia, pues el equipo se rehizo a la ventaja local con un tanto de Fer Llorente y tuvo a tiro la remontada.
Con todo, son tres puntos en cuatro visitas a césped sintético por los ocho en los mismos desplazamientos a césped natural: las victorias en Cáceres y Badajoz más los empates en San Sebastián de los Reyes y Guadalajara. En total, 11 puntos de 24, un saludable promedio de 1,37 puntos por partido frente al de 0,88 de la pasada temporada. Si la Segoviana mejora sus números en casa –cayó ante Adarve y Talavera con goles postreros– sus opciones para competir por metas mayores crecerán.
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A dos jornadas de terminar la primera vuelta, los de Ramsés son sextos, igualados a 24 puntos con el Sanse, quinto –el último puesto que da derecho al 'play- off' de ascenso–, pero a solo uno del segundo, un Talavera que ha pasado de líder sólido a sumar un punto de los últimos nueve. La tendencia de un grupo parejo hasta la médula la rompe en las últimas semanas el Illescas, que ha ganado los últimos cinco partidos y se ha aupado a la cabeza tras imponerse precisamente al Talavera en el derbi toledano. Suma 28 puntos, una dinámica que la lógica pide tratar con cautela, pues hablamos de un recién ascendido. Todo es posible para una Sego más madura.
Remontar fuera de casa es una de las grandes tareas del fútbol y a la Gimnástica Segoviana se le resiste. Los de Ramsés Gil llevan año y medio sin voltear una ventaja local para acabar ganando el partido lejos de La Albuera. Ocurrió el 10 de abril de 2022, un encuentro que comenzó con un gol tempranero del Bergantiños y que acabó con otro de Gómez en el descuento, el epílogo a unos minutos finales a tumba abierta y una victoria por 1-2. Desde entonces, los azulgranas se han visto por detrás en 16 partidos y no han regresado con los tres puntos en ninguno de ellos.
La primera temporada de Ramsés terminó con una derrota ante el Coruxo, la primera de las desventajas que los suyos no voltearon. Siguieron 11 partidos la pasada temporada –diez de temporada regular y la vuelta del 'play-off' en Huelva– más cuatro este curso. Hay una pequeña excepción a la regla, el encuentro que los segovianos voltearon por unos minutos en Cerdanyola, remontando el gol inicial local con los tantos de Hugo Díaz y Acuña, pero la cosa terminó con victoria local: 4-2. En los duelos ante Melilla, Atlético B, Villanovense, Guadalajara, Estepona, Adarve, Atlético Paso, Coria o Alcorcón B hubo un momento en el que los segovianos estuvieron por detrás en el marcador y no pudieron dar la vuelta a la tortilla. Los azulgranas han perseguido este curso marcador a domicilio ante Getafe B, Ursaria, Guadalajara y Llerenense con un balance de tres empates y una derrota.
Unas remontadas que sí han llegado en casa. Los de Ramsés terminarán el año el domingo con la visita del Atlético Paso a La Albuera a las 11:30 horas. Los canarios son cuartos, pero bajan prestaciones a domicilio, donde apenas suman siete puntos en siete salidas en comparación con los 18 que llevan en los ocho partidos que han jugado en su estadio. Pero el dato que más intimida son sus cinco goles encajados en 15 jornadas.
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