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La media es ligeramente superior a una condena por semana desde 2013. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los tribunales segovianos imponen anualmente unas 60 condenas a menores de edad. Son 600 las que se contabilizan desde 2013, el primer año de la serie ... histórica que refleja el INE. En 2022, cuyos datos han sido publicados la semana pasada, Segovia registró 58 condenas a jóvenes de 17, 16, 15 o 14 años. Por debajo de esa edad, cualquier delito es inimputable. De los 58 menores condenados, 41 lo fueron por la comisión de un solo delito o falta, mientras que hubo 17 que fueron condenados por cometer dos o más infracciones penales. En uno de los casos el delito cometido era de índole sexual.
El descenso con respecto a 2021, el año anterior, es importante. Del 20%, en concreto, tras pasar de 73 a 58 en tan solo doce meses. Sin embargo, los datos de la última década invitan a ser precavidos y no pensar en ningún tipo de tendencia. Los altibajos en la serie histórica son constantes, con 76 menores condenados en 2017 como el año con más sentencias culpatorias y 2015 como el año con menos condenas a menores, cuando se dictaron un total de 47.
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Sergio García
La estadística publicada por el INE también desvela que la gran mayoría de los menores condenados son chicos. De las 600 condenas a menores dictadas por los tribunales en los últimos diez años, 467 han sido a chicos y las 133 restantes a chicas.
Más repartidas están las condenas en cuanto a las edades. Así, en 2022 trece de los menores condenados tenían 17 años: dieciocho tenían 16 años; ocho tenían 15; y diecinueve tenían 14 años, la edad a la que la comisión de delitos ya se puede traducir en una condena. Es la primera vez en el último decenio que los adolescentes de 14 años son los que más condenas acumulan en Segovia.
En cuanto a las medidas adoptadas por los jueces en sus condenas, la mayor parte (24) consistió en la realización de tareas socioeducativas. También se decretaron 19 penas de libertad vigilada a los menores, mientras que en una docena de veces la pena fue la prestación de servicios en beneficio con la comunidad. En diez casos, según las estadísticas del INE, se decidió la convivencia del menor con otra persona, familia o grupo educativo.
A partir de ahí, hubo una amonestación, tres internamientos abiertos, tres cerrados y cuatro semiabiertos, cinco internamientos terapéuticos, dos permanencias en fin de semana y seis prohibiciones de aproximarse o comunicarse con la víctima.
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