Segovia es la provincia de Castilla y León con menos incidencia de sida

Los datos son facilitados por los profesionales sanitarios que realizan el diagnostico. Para el análisis epidemiológico también se incluyen los casos registrados fuera de la comunidad pero que pertenecen a personas que residen habitualmente en ella. En términos generales, la enfermedad sufre un retraso de una década con respecto a la infección por VIH, el periodo aproximado que suele tardar un infectado en desarrollar sida en ausencia de tratamiento. El año pasado se diagnosticaron 20 nuevos casos de sida en la región. En el 50%, la transmisión se produjo por vía heterosexual; en otro 25%, el grupo es desconocido. El 95% fueron hombres y el 5%, mujeres. El 65% han nacido en España. La neumonía y la Tuberculosis fueron los síntomas más frecuentes.

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Luis Javier González

Desde que se diagnosticó el primer caso de sida en Castilla León en el año 1982 y hasta el 15 de junio de 2023 se han diagnosticado 3.242 casos en la región. Tras unos años en auge, la tendencia es descendente, iniciada a mediados de la década de los 90 –en 1996 hubo 288 casos– gracias a la generalización de los tratamientos antirretrovirales. El número de casos se mantiene estable en los últimos años: en 2019 con 12 casos nuevos, con 15 en 2020; 14 en 2021 y 20 en 2022.

La provincia de Castilla y León que presenta mayor número de casos es Valladolid con 865, seguida de León con 505. Al calcular la tasa acumulada por 100.000 habitantes, la provincia con mayor tasa es Palencia con 196,39 casos, seguida por Valladolid, Salamanca y Burgos. Soria tiene menos casos que Segovia (86), pero también menos población, por lo que su incidencia es algo mayor, 96,47. Ávila, con 160 pacientes, tiene una tasa de 100,61.

El 78,53% de los casos detectados desde 1991 son varones y un 21,47% mujeres. En 1991 los grupos más frecuentes eran los de 20 a 29 años seguidos de 30 a 39 años; en los casos diagnosticados en el año 2022, el grupo más frecuente es el de mayor de 49 años. A lo largo de los años, se ha ido incrementando la mediana de edad de las personas diagnosticadas de sida, de manera que en los últimos años más del 56% de los casos son mayores de 40 años. Los contagios llegan en la juventud y los síntomas se desarrollan con el tiempo.

En el global de los casos diagnosticados, el grupo de las personas que se inyectan drogas es el principal origen –el número de casos del siglo XX es más alto–, pues suponen un 61,66%, seguido de las relaciones heterosexuales (20,54%) y la transmisión en hombres que tienen sexo con hombres (8,33%). Pero los casos de sida diagnosticados por inyecciones tienden porcentualmente a descender: del 73,39% en 1998 al 5% en el 2022. Mientras, la transmisión sexual, tanto heterosexual como homosexual, representa ahora más del 90%. Por eso los expertos consideran la epidemia de sida como una enfermedad de transmisión sexual.