Segovia estrena Zona de Bajas Emisiones en el casco antiguo

Para empezar, conviene saber qué es una ZBE, que la propia normativa define como «el ámbito delimitado y conformado por un conjunto de vías públicas urbanas con una continuidad geográfica en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisión de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente».

La circunscripción de esta área a un espacio de 372.890 metros cuadrados delimitado por la muralla de Segovia no es casualidad, pues las mediciones realizadas hace algo más de un año en la Plaza Mayor detectaron niveles de gases contaminantes que sextuplican las concentraciones máximas marcadas como objetivo para 2030. Según el estudio que sirvió de base a la ordenanza reguladora de la ZBE, alrededor de 13.000 personas están expuestas a esta contaminación solo en el recinto amurallado. Urge, pues, mejorar la calidad del aire y la calidad acústica en Segovia, estima el Ayuntamiento.

La delimitación afecta a 130 calles del casco histórico, donde actualmente residen 3.425 habitantes a los que es preciso sumar una media de 10.000 diarios, entre los que se incluyen visitantes y turistas, trabajadores que prestan servicio en la Administración, empleados del sector hostelero, estudiantes de IE University y personas que acuden a realizar gestiones a las dependencias públicas. El centro histórico es, además, destino y origen de cerca del 20% de los desplazamientos totales. Por ello, los expertos se han centrado en determinar la repercusión que el tráfico rodado tiene en este entorno.

Los objetivos que persigue la ZBE de Segovia son proteger la salud pública, pues la contaminación ambiental urbana es causa de mortalidad y morbilidad; reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación acústica; orientar los hábitos de la población hacia una movilidad más sostenible, favoreciendo el uso de los vehículos menos contaminantes y del transporte público; reordenar los usos del espacio público; mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y acelerar el proceso de renovación y actualización del parque de vehículos que circulan en Segovia capital, que posee una antigüedad media de 13,28 años, con 5.890 vehículos que superan los 25 años, de los cuales el 66% son turismos, el 15% motos y el 10% furgonetas, según las estadísticas de la Dirección General de Tráfico.

La ordenanza clasifica los vehículos por su nivel de emisión. Los vehículos 0 emisiones, ECO y C son poco contaminantes; los B son contaminantes, y los A son grandes contaminantes. A la ZBE podrán acceder, circular y estacionar los vehículos poco contaminantes, además de bicicletas, bicicletas de pedaleo asistido, otros ciclos, los vehículos de movilidad urbana y los vehículos de movilidad personal.

Por su parte, tendrán restringido el acceso, la circulación y el estacionamiento los contaminantes y grandes contaminantes, aunque se permitirá el paso a los vehículos de servicios de emergencia, de servicios básicos, los catalogados como históricos, los ciclomotores y los vehículos de personas empadronadas dentro del ámbito de la ZBE con anterioridad al 1 de enero de 2025, es decir, los residentes.

La ZBE permitirá el acceso libre de cualquier tipo de vehículo, sin importar su antigüedad y clasificación, en los tramos horarios de menos tráfico. La restricción de acceso, circulación y estacionamiento estará vigente todos los días de la semana conforme al siguiente horario: de lunes a jueves, de 7 a 20 horas; viernes, sábados y vísperas de festivo: de 7 a 23 horas, y domingos y festivos de 10 a 20 horas. Esta restricción por tramos horarios para los vehículos contaminantes es una característica propia de la ZBE de la que no disfruta la población de las grandes capitales.

El control de acceso a la ZBE se realizará mediante un sistema automático y una plataforma tecnológica que comprobará si el vehículo puede acceder o no, sin que sea necesario captar la imagen de los ocupantes, sin perjuicio de las facultades que la Policía Local tenga asignadas en el control, la vigilancia y la sanción de las infracciones. El Ayuntamiento de Segovia ya ha desplegado cámaras en los accesos al recinto amurallado y habilitado dispositivos de lectura de matrículas con captación de imágenes en otras localizaciones de interés dentro del área. Hay cámaras, por ejemplo, en la plaza del Conde Cheste, en la calle Doctor Velasco (frente al Hospital de la Misericordia) o en la plaza del Socorro. Igualmente, el Ayuntamiento ha repartido por toda la ciudad (no solo en la ZBE) un sistema de monitorización y seguimiento con el fin de evaluar la eficacia de las medidas y su efecto en la mejora de la calidad del aire, la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero y de la contaminación acústica. Según el concejal de Tráfico, Transportes y Movilidad, José Luis Horcajo, el sistema de cámaras de control está instalado, pero aún no ha entrado en funcionamiento. Será progresivo, como la propia implantación de la ZBE.

La exención de los vehículos de los servicios de emergencia será de aplicación directa, sin que sea necesaria la obtención de autorización para su acceso, circulación y estacionamiento. Por su parte, los titulares de vehículos de servicios básicos, históricos y de personas empadronadas en la ZBE deberán solicitar el alta en el sistema de gestión de autorizaciones de acceso y tener registrados los vehículos en el padrón del Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica del Ayuntamiento de Segovia. La Administración municipal tramitará de oficio la exención de acceso, circulación y estacionamiento en la ZBE de todos los vehículos en propiedad de las personas que cumplan estos requisitos. No obstante, los empadronados tendrán que gestionar su autorización en caso de nuevas adquisiciones de vehículos, de vehículos en trámite de adquisición o cambio de titularidad, de vehículos en régimen de renting, leasing o arrendamiento y de vehículos de sustitución, en usufructo y en régimen de retribución en especie.

Evidentemente, habrá sanciones. Pero no ahora. El Ayuntamiento de Segovia ha elaborado una ordenanza «flexible», en palabras del concejal, que tiene en cuenta la complejidad de la nueva situación del casco antiguo y prevé un amplio periodo de adaptación acompañado de una campaña de información y sensibilización. El área de Tráfico y Movilidad es consciente de que la puesta en funcionamiento del sistema de cámaras y control de accesos no será fácil. De ahí que el periodo 'blando' se alargue casi dos años.

Pasado ese tiempo, los primeros vehículos multados con 200 euros serán los que poseen la etiqueta A, es decir, los que no tienen derecho a ningún tipo de distintivo ambiental al ser muy contaminantes. Se trata de los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados antes del año 2000 o los diésel previos a 2006. Una vez concluido el plazo de transitoriedad, las sanciones se extenderán, a partir del 1 de enero de 2030, a los vehículos con etiqueta B, ya sean de gasolina anteriores a 2006 o de diésel inscritos hasta septiembre de 2015.

«El Ayuntamiento de Segovia notificará cuándo se va a empezar a sancionar. Será cuando se compruebe que ha habido un periodo de rodaje suficiente, que la población está informada y que todos los sistemas y dispositivos funcionan. Todavía queda trabajo por hacer. Pero el proceso está en marcha», señala José Luis Horcajo.