Segovia

Las consultas de Salud Mental crecen un 20% respecto al inicio de la pandemia

El centro de salud mental Antonio Machado atendió el año pasado 1.891 pacientes nuevos en Psiquiatría y 1.471 en Psicología. En total, 3.362 personas entraron en el sistema, un 2,1% de la población de la provincia. Las consultas sucesivas ascendieron a las 10.499 en el primer servicio y 9.030 en el segundo. Atención Primaria es el que deriva los pacientes en función del tipo de patología y su gravedad, pero luego los profesionales pueden alterar esa decisión sobre el terreno. Las enfermedades relacionadas con un trastorno mental grave como esquizofrenia, psicosis o trastorno bipolar suelen ir hacia Psiquiatría —aunque pueden ver después a psicólogos— y otros cuadros como la ansiedad o el duelo empiezan con Psicología.

Miranda habla de un «incremento global», máxime si la comparación se extiende a antes de la pandemia. «Hay periodos en los que esas derivaciones, en concreto a Psicología, han aumentado mucho. Eso nos ha llamado la atención». El embrión estadístico es el primer cuatrimestre de 2023 y responde a múltiples factores. «Tiene que ver con todo lo que ha pasado en la pandemia, las preocupaciones por la situación actual a nivel económico y también porque la salud mental ha adquirido una mayor relevancia, más concienciación».

El trabajo de la salud mental requiere tiempo y la pandemia ha dificultado la labor conjunta entre los médicos de Primaria y los servicios especializados. Eso ha aflorado y agravado algunos cuadros médicos y ha elevado el número de consultas. «Ahora probablemente también pongas el problema en conocimiento de tu médico y él piense en pedir una consulta al especialista o una valoración al respecto». Esa mezcla de factores ha elevado los tratamientos sobre casos de ansiedad o depresión, los que más han salido a la luz. «Hay una mayor demanda de atención por parte de la población».

Es frecuente que los síntomas de ansiedad y depresión convivan en el mismo paciente. Y que afloren tras un suceso vital desafortunado como la muerte de un familiar cercano, lo que los expertos llaman trastorno adaptativo. Hay más pacientes, pero el perfil no ha cambiado. El sistema sigue teniendo dos grandes bloques; los que tienen un trastorno mental grave —aquí el número ha variado poco— y las patologías más comunes, donde está el incremento de consultas.

Miranda destaca la prevención del suicidio como un objetivo estratégico en pos de extender la salud mental a sectores como la educación para detectar conductas lesivas entre los más jóvenes. La estrategia regional, fijada hasta 2025, marca los objetivos y los instrumentos. Como la llamada Red de Enlace, que pretende acercar los servicios sanitarios a centros escolares –y otros que gestiona la Gerencia de Servicios Sociales– y luchar contra el tabú: la mejor forma de evitarlo es hablar sobre ello. Miranda sugiere dar acompañamiento, romper la burbuja de soledad. «Escuchar a esa persona que está sufriendo sin juzgar siempre favorece que las cosas vayan mejor».

El servicio está llevando a cabo una formación con los responsables de los centros escolares para «incrementar su capacidad a la hora de detectar estas conductas y ponerlas lo antes posible en conocimiento de los servicios de salud mental». A eso se unen sesiones con asociaciones de familiares y pacientes que han preparado una guía con los síntomas de alarma, la expresión de la idea de querer quitarse la vida. «Esta formación se va a ir extendiendo a otros colectivos. Pretendemos capacitar a familiares o pacientes y acercar nuestros servicios para que la entrada a las consultas sea lo más rápida posible».

El Hospital de Día de Salud Mental, inaugurado hace un año aprovechando la ubicación del Centro Covid, en Padre Claret, funciona «a pleno rendimiento», en horario de mañana y con una veintena de pacientes tratados de forma simultánea. El periodo de tratamiento es variable —la estancia media ocupa entre los tres o cuatro meses— y es diario. Alternan terapias grupales, el eje del tratamiento, con citas individuales con los profesionales.

Miranda habla de un dispositivo que faltaba en la red asistencial. «En salud mental, es importante que funcionemos en red. Hay diferentes dispositivos que atienden al paciente a lo largo de su evolución; desde las consultas valoratorias al hospital de día, el centro de rehabilitación o la unidad de hospitalización previa». Subraya que el centro es una baza «potente» porque añade una atención multidisciplinar —psiquiatra, psicólogo o terapeuta ocupacional—, diaria y ambulatoria que permite al paciente seguir en la comunidad. Y que no existía en la provincia.

En España, más de 2,1 millones de personas padecen depresión, 230.000, grave. El 5% de los residentes en España son diagnosticados de ansiedad y depresión; sin diagnóstico clínico, la cifra asciende hasta el 42,1% en el caso de la depresión, y el 36,9% en el de la ansiedad, y un 14,5% ha tenido ideación suicida. Es uno de los países que más ansiolíticos y antidepresivos consume

El servicio Cruz Roja Te Escucha ha registrado 5.660 llamadas en lo que va de año. El perfil de las personas que llaman es el de vulnerabilidad (51,4%), seguidas de las que se encuentran enfermas, con discapacidad o en situación de aislamiento y soledad no deseada, casi un 20% de los casos. También es elevado el número de personas mayores, 6,7%, y el de personas cuidadoras, un perfil muy específico y exigido que supone más del 8% de las llamadas recibidas. En Segovia el servicio ha atendido más de 50 llamadas y cuenta con tres psicólogos voluntarios.