El Segosala se levanta en la Copa y se brinda una noche de Primera

Les Corts salió con sus galones de equipo revelación de Primera, el recién ascendido que vive feliz en el vagón delantero. Presión alta para un ejercicio de amenaza constante que, tras varios avisos, se tradujo en la primera ocasión clara, un mano a mano de Martita, con la bola domada en una autopista por el carril central, pero Sonia se creció en la salida y apagó el incendio. Como la portera rival, Claudia, cuando Alba García protagonizó el primer robo y elevó la intensidad del bombo, adormilado.

Entre la responsabilidad de las visitantes y el descaro local, fue un milagro que el duelo llegara a cero al minuto cinco. El quiebro de Aina, que congeló a su par antes de un disparo que superó la salida de Sonia: solo Sandra evitó el 0-1. También avisó Sara, que disparó en las postrimerías del área y puso a prueba los reflejos de la guardameta; cuando se levantó, no tuvo tiempo a un segundo intento porque Francisco Javier Marazuela –el árbitro segoviano de Primera masculina– entendió que su mano no estaba pegada al cuerpo. Era un duelo de ida y vuelta que Les Corts pudo abrir en varias transiciones en las que falló el remate.

Superado el primer asalto, el técnico del Segosala, Agustín Pérez, cambió a Sonia por Laura en la portería porque la Copa la juegan todas. La suplente agradeció la confianza con un mano a mano en el que se dejó literalmente los morros. El paso de los minutos calmó las hostilidades y asentó a las locales, mejor posicionadas, sin regalar ya transiciones y generándolas para ellas. Como la de Sara, que se echó largo el control y dio opción a que Claudia achicara espacios. No pudo asistir a Alba, tan pendiente del pase que se llevó la portería por delante. Pero la gallega, la goleadora que emigró por amistad, se adueñó del partido. Demostró su pólvora acelerando en una baldosa para sacarse un disparo sin ángulo desde la derecha. Y la prendió por el otro costado, rompiendo a su par con un autopase para soltar el pase de la muerte justo cuando llegaba la ayuda. Lo embocó Valle para abrir el marcador a 39 segundos del descanso.

Era un guion feliz, pero noviembre negro apareció cuando apenas habían pasado un minuto y 15 segundos con un balón que Alejandra despejó contra su propia portería: entró llorando tras tocar los dos palos, para más inri. El Segosala trató de asimilar el golpe con la posesión, pero su portera se vio atajando otro balón repelido por el palo –esta vez hacia fuera– y una contra a quemarropa. Con todo, pese a la presión, salía de sus palos para sacar la pelota jugada. La valentía no se negocia. Entre ella y las carreras de Claudia, salvaron el trance. Así se llegó a los últimos diez minutos con unas tablas que reflejaban lo ocurrido. Para eso, Sonia tuvo que salvar con el pie el tiro de Luci tras una pérdida inocente de sus compañeras.

Un partido en el alambre y Agustín aplaudiendo cuando Claudia robaba o Sonia buscaba el gol desde su portería, un tiro envenenado que su homónima desviaba con la cabeza. Y sufría cuando el tiro de Oliva se marchaba por un suspiro. Y vibraba cuando Sandra asistía a Sara con un saque de banda, pero el mano a mano terminaba en una vaselina alta. Y pasaron los minutos.

Arriesgaba más Les Corts y las contras eran para Segosala, dos recetas en busca de la clasificación. El ímpetu de las catalanas llevó a Rojo, su capitana, a cometer la quinta falta. Pese a quedarse sin margen de error –la siguiente, doble penalti–, seguían apretando: Giux estuvo cerca de aprovechar un error de Sonia y Alba sacrificaba su amarilla para cortar una incursión por el medio. Bastó para llegar a la prórroga: dos tiempos de tres minutos.

Sandra gastó la ventaja del Segoslala –su falta de menos–, pero su respuesta fue el paradigma de un equipo emocional: siguió apretando. Y el premio llegó, con la valentía de un tiro ambicioso escorado en el perfil derecho que hizo bingo en el palo largo. Todavía tuvieron que aguantar toda la segunda parte, defendiéndose como gato panza arriba contra cinco y una última acción caótica, con Sandra saliendo al rescate. Así se tumba a un Primera.