La ruina del cerealista: vender a precios de 2010 y comprar un 40% más caro
UCCL en Segovia protesta ante la Lonja para reclamar a los agentes que ajusten los importes que se pagan a los agricultores
Las cuentas no salen. Si el agricultor percibe por su cereal lo mismo que en 2010, y en este tiempo los carburantes han duplicado y ... hasta triplicado por momentos sus tarifas, el gasto en fertilizante que hacen los profesionales del campo ha crecido un 60%, el abono se ha disparado un 42% y el precio de las semillas se ha encarecido un 40%, «la rentabilidad es nula», se queja el presidente de la Unión de Campesinos de Castilla y León (UCCL) en Segovia, César Acebes. La organización ha salido a la calle este jueves en protesta contra «la ruina» a la que se ven abocados los agricultores y «el robo al consumidor» que provoca el actual sistema de precios que rige el sector.
Por eso, cerca de medio centenar de personas se han concentrado ante la Lonja para reivindicar un cambio que les alivie de la asfixia que ahoga sus producciones y rendimientos. Acebes concreta que, en la actualidad, se paga la tonelada de trigo a 195 euros, y la de cebada, a 182, «y bajando». El responsable provincial de la central agraria calcula que para empezar a tener ganancias, los campesinos han de cosechar entre 3.500 y 4.000 kilos de cereal. Una barbaridad, consideran los trabajadores del campo.
Y eso que para la presente campaña las perspectivas son «buenas». Cabe recordar que el 92% del terreno de cultivo en la provincia es de secano, y por lo tanto, propicio para el cereal, que es de lo que vive la mayoría de los campesinos segovianos. Las previsiones que maneja el presidente de UCCL sitúan los rendimientos en torno a los 4.000 kilos por hectárea, los mejores desde hace años, incluso antes de la pandemia. En 2024, los resultados se quedaron en unos 2.800 kilos en la recolección de trigo y alrededor de 2.500 en la de cebada; aunque hay matices, ya que hay zonas a las que se les dará mejor y otras que padecerán cosechas más parcas.
César Acebes reclama a lo agentes de la Lonja de Segovia que intervengan para que no «sigan tirando hacia abajo de los precios» que se pagan a los profesionales. Es consciente de que la institución es «el último eslabón de la cadena para fijar el precio», influenciada con los datos del sector cerealista de Estados Unidos, pero también afirma que «tienen su responsabilidad» en el descenso constante que desde el mes de febrero están sufriendo los importes que se pagan a los cerealistas de la provincia. En esta línea, el responsable de Unión de Campesinos de Castilla y León en Segovia lamenta las diferencias que se dan con respecto a otras lonjas de la comunidad autónoma. Por ejemplo, en Salamanca pagan 15 euros más. Ese dinero «puede marcar el límite entre la ruina y la rentabilidad».
Trabajan sin red. «No hay margen si se tuerce la campaña», advierte César Acebes, que localiza en «la entrada de terceros países sin aranceles» uno de los factores que están contribuyendo al «hundimiento del sector». «Lo poco que conseguimos es lo que nos hace falta para producir el año que viene», explica el portavoz. En la provincia, hay unos 3.500 productores de cereal, recuerda.
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