Estos son los resultados de la Segoviana ante equipos en descenso

El gran enemigo del vestuario azulgrana de cara al duelo ante los extremeños es la euforia tras dos victorias consecutivas en campos de prestigio como Cáceres y Badajoz. El segundo entrenador de la Segoviana, Ricardo de Andrés, defiende el mantra del equilibrio emocional. «La victoria reafirma la confianza, tanto de los jugadores como de todo el club, pero sin más». La aspiración de un tercer triunfo no es menor porque las dinámicas positivas hay que aprovecharlas: ahorrar cuando vengan las vacas flacas. Es decir, «seguir en la ola».

El equipo vuelve a La Albuera, donde perdió dos veces en cuatro días ante Sestao y Talavera. «Tenemos muchas ganas de volver y, sobre todo, de ganar. Los dos últimos partidos, con circunstancias, nos dejaron con mal sabor de boca». Ricardo elogió al Montijo pese a que sea antepenúltimo con nueve puntos y lo argumentó por sus buenos registros a domicilio, el origen de ocho de esos puntos, incluyendo una victoria de prestigio en los Pajaritos (1-2). «Mentalizarnos, que los jugadores sean conscientes de que es una semana nueva y que la euforia hay que tenerla en el punto justo. Y que el Montijo es un buen equipo; si no hacemos las cosas bien, sufriremos».

Tras imponerse a equipos de la zona alta como Compostela o Bergantiños, el primer encuentro de Ramsés Gil a domicilio como primer entrenador ante un rival en zona de descenso pareció decantar la salvación. Aquel triunfo ante el Marino (1-2) fue su quinto en seis partidos, pero sus pupilos no pudieron acabar la tarea siete días después ante un Llanera casi desahuciado. Aquello no acabó en descenso porque el 'play out' de Elda ante el Cerdanyola tuvo final feliz.

En la siguiente temporada, la Sego empezó ganando cuando debía. En Leganés (1-3) con el triplete de Hugo Díaz, la remontada ante el Montijo (3-2) con Diego Gómez como protagonista o el triunfo ante el Alcorcón B en el debut de Oliva (4-2). Llegaron derrotas a domicilio ante el Cerdanyola (4-2) y Atlético Paso (3-1) en encuentros que dejaron mal sabor de boca porque los azulgranas fueron por delante y dominaron gran parte de la contienda. Desde aquel tropiezo en La Palma, la Sego no pierde ante un rival de la zona baja.

No han sido todo alegrías, porque los de Ramsés se dejaron empates amargos como el gol del Diocesano en el descuento que valió un 1-1 en abril. Pero su equipo resolvió en días clave. Una victoria por la mínima en casa ante el cuadro cacereño, entonces colista, o una remontada ante el Socuéllamos (3-2) que valió a la postre el 'play off' de ascenso. De los diez encuentros jugados en casa ante estos rivales, siete victorias, dos empates y la inolvidable derrota ante el Llanera.

Este curso ha seguido la tendencia, con lo anecdótico de la clasificación en las primeras jornadas. La Segoviana se dejó dos puntos ante el Mensajero, el único del grupo V que no conoce la victoria, pero resolvió ante Villanovense y San Fernando y sumó un punto de Getafe y Navalcarnero. Sumar cuando toca para no necesitar hazañas.