«¿Se va a hacer responsable el señor Abella si algún día pasa algo?»

Mazarías confesó no tener ninguna intención de abordar en este momento este asunto polémico. «Es un tema que yo no he sacado al debate», comentó tras las declaraciones realizadas este martes a El Norte por la concejala de Turismo, May Escobar, en las que señalaba la intención del gobierno municipal de cambiar la ubicación de la escultura. «Ni es prioritario, ni me preocupa en este momento, ni está en la primera línea de trabajo de este equipo de gobierno. Hay que hacer muchas cosas mucho más importantes», dijo el regidor segoviano.

El alcalde, no obstante, reconoció que en los presupuestos municipales de 2024 existe una partida de 15.000 euros que tiene por objetivo «poner a disposición de la ciudad una nueva estatua de la aguadora». Según explicó, su idea es que ambas esculturas puedan formar un nuevo eje o circuito sobre la leyenda del Acueducto que pueda ser explotado turísticamente.

La polémica de los últimos días, con el autor de la escultura del diablillo mostrando públicamente su rechazo a cualquier cambio de ubicación, no ha gustado al alcalde. «Se ha puesto la venda antes que la herida. Lo que está haciendo es escuchar alguna voz que le está susurrando de aquellos que están interesados en hacer ruido», comentó el alcalde sobre Abella. Precisamente, desveló que el autor de la escultura tenía prevista una reunión este jueves con el concejal de Cultura. «Se ha anticipado y ha lanzado el debate público», lamentó.

La intención del gobierno municipal es negociar con Abella el posible cambio de ubicación de la escultura, «bien para colocarla en otro sitio o, si lo prefiere al no estar de acuerdo con nuestras intenciones, ver una posible solución». Lo que sí dejo claro el alcalde es que no se va a organizar ningún referéndum para decidir la localización del diablillo. «Me parece que no es ni tan importante ni tan trascendental para la ciudad. Creo que hay que dimensionar bien las cosas y actuar conforme a la relevancia que tienen», afirmó.

Mazarías repitió los argumentos dados por May Escobar que han llevado al gobierno municipal a tener la intención de cambiar de lugar la estatua. «Es un riesgo cierto el que entraña el ver subidas a personas al petril para hacer fotografías, también por la proximidad de una calzada que tiene muchísimo tráfico de coches y autobuses», añadió. En este sentido, aludió al convenio mediante el cual José Antonio Abella cedió la escultura a la ciudad para su instalación en la calle de San Juan. «¿Se va a hacer responsable el señor Abella si algún día pasa algo? Es cierto que en todo este tiempo no ha pasado nada, pero si hay un atropello o una caída ¿quién se va a hacer cargo?», insistió el alcalde. De ahí, dijo, su intención de anticiparse y actuar «en consecuencia».

Por último, el regidor segoviano también hizo suyas las declaraciones de la edil de Turismo acerca de la finalidad de la estatua. «Eso de que la gente iba allí y después pasaba por el barrio de los Caballeros no se está consiguiendo. Estamos viendo que la gente sube, se hace la foto y vuelve a bajar por San Juan», concluyó.