Las reformas de los pisos de estudiantes extiende al verano las molestias por ruidos
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La plataforma por el derecho al descanso se reunirá en septiembre con las universidades para abordar el problema de las fiestas de los alumnosLos pisos de estudiantes están vacíos durante el verano. Pero el ruido procedente de estas viviendas no ha desaparecido. «Ahora estamos rodeados de obras en inmuebles que se van a destinar al alquiler», asegura la Plataforma Contra el Ruido en Segovia. Con las ventanas abiertas ... por el calor, las molestias ocasionadas por el ocio nocturno también se hacen más evidentes. Esto ha conllevado a la creación de un grupo de trabajo en un intento de buscar soluciones. En septiembre, los afectados tienen previsto reunirse con el Ayuntamiento de la ciudad, IE University, la Universidad de Valladolid y agencias inmobiliarias.
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Más de 700 personas han firmado el manifiesto de la agrupación contra el ruido, que reivindica el «derecho al descanso» y exige medidas urgentes para acabar con el problema en la ciudad. Aunque al principio se centralizó en el recinto amurallado, donde las fiestas en viviendas y la hostelería protagonizaban el desazón de los residentes, pronto se extendió a los demás barrios.
Medio centenar de familias participan en el grupo telemático creado para compartir inquietudes e intentar hacer frente al malestar. «Estamos recibiendo muchísimo apoyo a nivel personal, mucha gente contacta con nosotros para contarnos sus historias, hay cada vez más preocupación sobre este tema», declara la portavoz de la plataforma, Andreina Cannata.
Según advierte, «son varios frentes lo que están abiertos». Lo más alarmante radica en que las molestias no se reducen al periodo lectivo. Cuando los pisos de estudiantes están vacíos, máquinas y constructores entran desde junio a septiembre en los inmuebles «para arreglar los desperfectos que generan los inquilinos o reformar los que se han comprado este año para alquilarlos a más alumnos». «Esto no acaba», expresa Cannata con resignación.
700 personas
han firmado el manifiesto contra el ruido en tan solo cuatro meses, que reivindica el derecho al descanso ante las instituciones.
No hay tregua. En el casco histórico hay viviendas «rodeadas» por obras. «Están todos los días, sin excepción», lo que copa la mayoría de las quejas elevadas en los últimos meses. La portavoz hace hincapié en que algunas personas han llamado a la Policía Local porque las empresas de construcción trabajaban los domingos. «Resulta que tienen el permiso, así lo recoge la normativa municipal: no se puede hacer nada», critica.
Segovia no es una ciudad calurosa, pero los días más tórridos obligan a muchos hogares a abrir las ventanas al no disponer de aire acondicionado. Este cambio de hábitos conlleva a que el ruido existente por la noche en las calles sea más dañino. «Las terrazas no suelen generar molestias porque normalmente cumplen los horarios. No sucede lo mismo con algunos locales nocturnos que se quedan hasta altas horas de la madrugada con las puertas abiertas, la música a tope y la gente en la calle bebiendo, fumando y dando voces», declara Cannata.
El epicentro del insomnio por este motivo se sitúa en la calle Escuderos, según puntualiza. No obstante, los residentes en la Calle Real se ven perjudicados por grandes grupos que «pasan bajo sus balcones con altavoces a todo volumen». A ello se suman las barredoras que limpian la vía a primeras horas de la mañana, que preceden a los camiones de reparto y de carga o descarga, lo que continúa con la afluencia de los turistas. «Para la gente que vive allí, el ruido es continuo», sostiene.
En el periodo estival, también se suceden las fiestas patronales, lo que la portavoz tilda de «macroeventos». El fastidio causado por las verbenas, «que muchas veces empiezan a la 1:00 de la madrugada», está en el centro de los asuntos que se pretenden tratar con el nuevo equipo de gobierno.
Lo que empieza tarde, pronto no acaba. La plataforma aboga por revisar este horario y controlar el número de decibelios de la música. «En los pisos de la Plaza Mayor vibran hasta los cristales durante las Ferias y Fiestas», declara. En las fiestas de San Lorenzo, que se celebran estos días, «algunas personas aseguran que es como si tuvieran la orquesta dentro de sus habitaciones», remarca.
Por ello, una de las propuestas que los diez miembros del grupo de trabajo trasladarán al Ayuntamiento es la descentralización de estos eventos para repartirlos por los demás barrios. También insisten en la revisión de los programas de ocio nocturno y exigen que los establecimientos hosteleros respeten la normativa municipal. «Si se cumpliese, se solucionarían muchas cosas», comentan.
50 familias
participan activamente en el grupo telemático creado para emitir quejas y proponer soluciones a los problemas de ruido en la ciudad.
Respecto a las fiestas en pisos de estudiantes, consideran que las agencias de alquiler y centros educativos deben concienciar a los inquilinos sobre la convivencia, que «tiene que ser de ambos lados». Es decir, «las personas que vienen tienen que respetar el estilo de vida de los residentes de todo el año». La agrupación segoviana tiene la intención de adherirse a la Plataforma Regional de Castilla y León para obtener más respaldo a la hora de poner en marcha estos procedimientos.
Un tercio de las llamadas a la Policía Local en materia de ruidos se localiza en el recinto amurallado. 2022 cerró con 212 intervenciones por este motivo y la plataforma está convencida de que, si no se pone una solución, la cifra aumentará de cara a finales de año. En la mayoría de los casos, la presencia de los agentes termina con el conflicto. «Lo resuelven, pero el problema es algo estructural en la ciudad», apostilla la representante.
Ante ello, se solicitan mejores medios para la lucha contra el ruido. En primer lugar, piden que el cuerpo policial disponga de más medidores del sonido. «A veces nos ha pasado que no se ha podido realizar la medición, necesaria para interponer una denuncia, porque el sonómetro estaba en otro piso, la memoria estaba llena o no tenían baterías», dice Cannata. Por otro lado, reiteran la necesidad de que los agentes puedan actuar de oficio.
La Plataforma Contra el Ruido de Segovia urge «sanciones reales» para los dueños de pisos en los que se celebren fiestas o para los bares que dificulten el descanso de los vecinos. Según explican, las denuncias interpuestas se quedan finalmente «en el cajón» del Ayuntamiento. No solo se refiere a que muchos de los escritos enviados se archivan, sino que «al menos hasta ahora no han sido tramitados». La portavoz de la agrupación, Andreina Cannata, lamenta que el procedimiento para presentar una denuncia según la ordenanza es «muy engorroso e incómodo». «La norma regional no te obliga a que sean recogidas por la policía con varias mediciones positivas y luego se ratifiquen al día siguiente», concluye.
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